El cierre de la trilogía viene efectuado sólo un año después de la segunda entrega. Éste dato quizá muestra la necesidad de lo inmediato, de la más clamorosa prontitud a fin de explotar al máximo un filón comercial de evidente respuesta popular. Asimismo, situar el film en un curioso momento de realización ya que 1990 es el año en el que se ofrece un espejismo de resurrección de un género, hasta entonces, olvidado: el western. El estreno de Bailando con lobos (con sus correspondientes Oscar) hace resurgir éste campo cinematográfico que tendrá en las posteriores Tombstone, Wyatt Earp, Wild Bill o la magistral Sin perdón algunos de sus más significativos títulos. Por consiguiente, resulta curioso que Regreso al futuro III eche la mirada hacia éste género, intuyendo su pronta presencia en las pantallas aunque, lógicamente, convenientemente reconvertido para el público adolescente.

   La película, concretamente, no resulta tan desangelada como su anterior secuela. Posee algunos destellos de logrado humor (Michael J. Fox haciéndose llamar Clint Eastwood) y la labor de Zemeckis logra aquietarse y realizar algunas secuencias notables (el climax en el tren). El ritmo, por tanto, se dosifica y la película aparece más cercana a la cinta original. Aunque, todo hay que decirlo, el resultado global no llega a ser del todo eficaz debido, más que nada a dos aspectos. Por un lado, lo inverosímil de una situación que, más allá del humor con el que está perpetrada, jamás llega a ser convincente, pese a esporádicos momentos y el (relativo) esfuerzo de sus responsables para que todo adquiera cierta coherencia. Por otro y, sin duda, es esto lo más perjudicial, la sensación de agotamiento que desprende la película. El hecho de que Zemeckis y sus guionistas se hayan sacado una historia de la manga con el fin de sacarle el máximo partido a la saga, acaba pasándole factura ya que ello queda impregnado en el film y todo lo que en él acontece parece ser la ejecución del último recurso, la necesidad de alargar unas bases que ya habían tocado fondo en la segunda entrega.