Ampliar imagen
   
Candilejas
Limelight
     
    Director (es) : Sir Charles Chaplin
    Año : 1952
    País (es) : USA
    Género : Comedia dramática
    Compañía productora : United Artists
    Productor (es) : Charles Chaplin
    Compañía distribuidora : CB Films
    Guionista (s) : Charles Chaplin
    Fotografía : Karl Struss
    Diseño de producción : Wheeler Dryden, Jerome Epstein
    Director (es) artistico (s) : Eugène Lourié
    Coreografía : Charles Chaplin
    Música : Charles Chaplin
    Montaje : Joseph Engel
    Ayudante (s) de dirección : Robert Aldrich
    Duración : 143 mn
   
     
    Sir Charles Chaplin
Claire Bloom
Buster Keaton
Sydney Chaplin
Norman Lloyd
Marjorie Bennett
Wheeler Dryden
Nigel Bruce
Barry Bernard
Leonard Mudie
Geraldine Chaplin
Michael Chaplin
Joséphine Chaplin
   
   
    Calvero es un viejo payaso en decadencia a quien nadie ofrece trabajo ni nadie ríe sus bromas. Pero un día salva del suicidio a una linda joven, Terry, que sueña con ser bailarina, pero ella es incapaz de dar ningún paso. Con la ayuda de Calvero, Terry empezará a bailar poco a poco. Y cuando llega una nueva oportunidad para Calvero, acompañado por Buster Keaton al piano, el público se reirá a mandíbula abierta con los gags de Calvero; pero entre el delirio del público, Calvero sufre un mortal accidente, mientras Terry triunfa con un ballet en otro escenario.
   
   
   

EL CORREDOR DE LA MUERTE
 
Por Àlex Aguilera
La última película americana de Charles Chaplin como director es el mejor (auto)homenaje que uno pueda darse sabedor de que su canto de cisne en dicho terreno estaba próximo a finalizar. Limelight, término eminentemente teatral, rezuma ese amor por el séptimo arte y también por la escena que muchos cineastas han querido explorar y difundir en sus películas postreras, sin la diafanidad y filiación con la que Chaplin cierra una de sus más hermosas etapas. Como colofón, Chaplin saca a la palestra a su amigo/rival Buster Keaton al piano para otorgar una mayor carga de complicidad entre ambos «maestros». Una simbiosis casi perfecta en un último número de recuerdo a toda una trayectoria, que pocos artistas, acaso Groucho Marx, de la tragicomedia hubiesen podido desarrollar sin caer en el sentimentalismo superfluo. Un irrepetible final que no desentona en absoluto con el conjunto de un film ejemplar, barnizado de estrellas en declive.
 
La belleza de un film que habla del ostracismo y la soledad
 
Según una historia original de Sydney Chaplin, coreografiada por Charles Chaplin y Buster Keaton, Candilejas retrata la vida bohemia de un singular payaso en su prematura retirada de los escenarios víctima de un alcoholismo incesante, a la vez que descubre el valor de la vida tras salvar a una chica que trabajaba como bailarina. Con música de fondo compuesta por el propio Charles Chaplin, algo que no debería pasarse por alto, pues en ella se incluye una pieza maestra que aún hoy en día es recordada por los incondicionales de la película y por nuestros propios padres, la conducción de la misma corrió a cargo de Keith Williams. El talento del conjunto engloba, de igual forma, al ayudante de dirección de la misma, Robert Aldrich, quien seguramente descubrió como manejar la cámara en situaciones límite. Solo basta recordad su The Big Knife (1955), y comprenderemos alguna de las situaciones trágicas rodadas al límite entre cuatro paredes.
La sencilla historia del Londres de 1914, entre una bailarina y un payaso contiene una carga emocional absorbente al punto de que el mismo Chaplin, en un pase privado en la capital inglesa y ante censores y periodistas, soltará más de una lágrima al contemplar la obra que acababa de modelar. Este aspecto que algunos pudieran calificar como pretencioso o narcisista supuso un claro ejemplo de lo que quiso transmitir al gran público, su principal valedor. El intento de suicidio con gas, y el posterior rescate de la joven (Claire Bloom) pese al estado de embriaguez patente del señor Calvero (Chaplin) denotan esa simbología entre la cárcel y el propio acto voluntario, castigado por la propia Iglesia.
 
El telón de fondo de la Guerra Fría
 
A Charles Chaplin siempre le tocó vivir épocas convulsas: La Gran Depresión, la Primera y Segunda Guerra Mundial y, finalmente, la llamada Guerra Fría. Curiosamente, la mayor de las veces logró salir bien parado de estos negros nubarrones que se cernían sobre sus proyectos; sin embargo, a nadie escapa su compromiso social reflejado en muchas de sus películas. Candilejas no fue una excepción y empleando el Flash back a través de un sueño y un cuadro, habla de «El comediante de las trampas», en una etapa donde las varietés servían de válvula de escape a las capas más desfavorecidas de la sociedad británica. El nimio espectáculo de las pulgas con las butacas semivacías, supone un despertar trágico y descorazonador. No obstante, ese mismo número en una situación completamente distinta, despierta el mejor cumplido de un actor en plena escena. La futilidad de una vida sin sentido; la melancolía decreciente visible a través de los rostros de una banda de músicos callejeros –a la que se les unirá circunstancialmente el sr. Calvero- acompañan el relato dejando en segundo plano el otrora genial cómico, apagándose de esta forma su estrella, retomada parte de ella en un emotivo homenaje de despedida forzado por la extrema situación de pobreza en la que malvive. Convertido a la postre en un bufón o arlequín, o en última instancia, en un mimo, Calvero acepta su rol de secundario entre decorados y bambalinas, que nunca debió abandonar, profiriendo su amor por una bailarina que lo adora por lo que nunca fue.•
   
     
Comprar en fnac.es
   

Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato: 1:33:1. Idiomas:  Castellano e Inglés. Subtítulos: Castellano. Duración: 143 mn. Distribuidora: Savor Ediciones. Fecha de lanzamiento: 24 de abril de 2013.
   
       
   

   Ingresar comentario

Valoración media: 10,0

Comentarios: 0

Total de votos: 2


¿Qué valoración le darías a esta película?

Valoración:

Enviar