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Alive
Vincent Spano
Illeana Douglas
Jack Noseworthy
Jake Carpenter
Josh Hamilton
Bruce Ramsay
John Haymes Newton
David Kriegel
Sam Behrens
Christian Meoli
John Malkovich
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¡Viven! Alive |
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| Director (es) : Frank Marshall | ||||||||||||
| Año : 1993 | ||||||||||||
| País (es) : USA | ||||||||||||
| Género : Drama | ||||||||||||
| Compañía productora : Kennedy/Marshall Productions/Touchstone para Paramount Pictures | ||||||||||||
| Productor (es) : Robert Watts, Kathleen Kennedy | ||||||||||||
| Compañía distribuidora : UIP | ||||||||||||
| Guionista (s) : John Patrick Shanley | ||||||||||||
| Guión basado en : el libro de Piers Paul Read | ||||||||||||
| Fotografía : Peter James, en Technicolor | ||||||||||||
| Diseño de producción : Norman Reynolds | ||||||||||||
| Director (es) artistico (s) : Frederick Hole | ||||||||||||
| Decorados : Tedd Kuchera | ||||||||||||
| Vestuario : Jennifer Parsons | ||||||||||||
| Maquillaje : Nick Dudman, Russell Cate, Linda Gill, Raymond Mackintosh | ||||||||||||
| Música : James Newton Howard | ||||||||||||
| Montaje : Michael Kahn, William Goldenberg | ||||||||||||
| Montaje de sonido : Christopher Assells, Gregg Baxter, Mark Lanza, Frank Smathers | ||||||||||||
| Sonido : Matt Patterson, Scott Martin Gershin | ||||||||||||
| Efectos especiales : Terry Sonderhoff, Randy Shymkiw | ||||||||||||
| Ayudante (s) de dirección : Katterli Frauenfelder, Bill Bannerman | ||||||||||||
| Duración : 127 mn | ||||||||||||
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Ethan Hawke
Vincent Spano Illeana Douglas Jack Noseworthy Jake Carpenter Josh Hamilton Bruce Ramsay John Haymes Newton David Kriegel Sam Behrens Christian Meoli John Malkovich |
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| A principios de los años setenta, un avión que transporta a un equipo de rugby uruguayo sufre un aparatoso accidente en una zona de difícil acceso de la cordillera de Los Andes. Ante la dificultad de ser rescatos en primera instancia por lo inaccesible del terreno, el grupo de jóvenes trata de reparar la radio para comunicarse con la torre de control del aeropuerto de destino. Pero cualquier intento resulta infructuoso y las jornadas pasan sin que los supervivientes del accidente puedan abastecerse de alimentos. Privados de contacto con el exterior, y dada la falta de víveres y de las inclemencias metereológicas –el termómetro no sube de los 0º grados--, la desesperación cunde el ánimo de deportistas como Nando Parrado, Roberto Camessa, Carlitos Páez, o los hermanos Javier y Lilliana Methol. Unos de refugian en sus creencias religiosas y otros apelan a que su suerte cambie. Mientras tanto, la única forma de supervivencia, según conviene la mayoría, es la de comer de los restos orgánicos de los que habían sido sus propios compañeros, fallecidos durante o poco después de producirse el accidente aéreo. | ||||||||||||
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