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estudia en el Newington College de Australia; viaja a Inglaterra para inscribirse en el Winchester College; ingresa en la Royal Naval Academy; trabaja como rotulista en la industria cinematográfica (1927-1929); se inicia como guionista en películas dirigidas por Basil Dean, Harry Joe Brown, William A. Wellman, Richard Thorpe, etc., práctica que no abandonará hasta el final de su carrera (1927-1963); rueda el cortometraje The Spectacle Maker (1934), a modo de ejercicio preparatorio para su posterior salto a la dirección de largometrajes. |
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Sin la relevancia de su esposa Maureen O'Sullivan ni la de una de sus hijas, Mia Farrow, John Farrow se hizo un pequeño hueco entre los realizadores de serie B surgidos a finales de los años treinta en los Estados Unidos. La intensa y prolífica primera parte de la carrera de Farrow se desenvolvió entre la Warner y la RKO, convirtiéndose en un especialista en remakes --Broadway Musketeers, My Bill, Fire Comeback, film que serviría de base para uno de sus últimos trabajos, Back from Eternity, y West of Shangai, en el que se modifica la anterior versión realizada por Clarence Badgen, ubicando la historia en la China de los años treinta en lugar de México- y de versiones encubiertas --She Loved a Fireman, título referido a Here Comes the Navy (1934), de Lloyd Bacon, y Full Confession, imitación de la obra de Liam O'Flaherty en el que se basa El delator (1935), de John Ford, con idéntico protagonista, Victor McLaglen. El resto de la filmografía de Farrow también se vio condicionada por el hecho de abordar historias precedentes, como lo certifica The Saint Strikes Back --continuación de The Saint in New York (1938), en el que George Sanders incorpora por primera vez al luego famoso investigador Simon Templer, "el santo", creado por Leslie Charteris-, o Mil ojos tiene la noche --un film de claras referencias a la obra maestra de Edmund Goulding, El callejón de las almas perdidas (1947), filmada un año antes-- pero en menor proporción. Calificada por algunos expertos como una de las mejores novelas de la serie negra, El reloj asesino de Kenneth Fearing fue adaptada por John Farrow y otro especialista en la materia, Jonathan Latimer, para su versión cinematográfica, constituyendo el reto más importante de la carrera del primero, ya que ofrecía una complejidad narrativa difícil de resolver en la gran pantalla. Su esposa Maureen O'Sullivan encabezó el reparto de El reloj asesino, el título más descollante de sus films noirs, aunque el tratamiento de algunos de los mismos advierta una tendencia hacia la aventura, como sucede en La nave de los condenados o Calcuta, ambas protagonizadas por Alan Ladd. John Farrow siempre gustó de cruzar géneros, circunstancia que comportó su escasa asociación a unos u otros. En esta mixtura genérica se hayan Una bala en el camino, Las fronteras del crimen y Hondo, concebida en 3-D, que conectan con su voluntad de enfrentar espacios aislados y semidesérticos, donde habitan un reducido número de personas, creando un inquietante efecto de tensión en el espectador. Un planteamiento que, en el caso de sus films de aventuras, con giros hacia el género bélico o el drama romántico, se ubican en el vasto espacio oceánico (El zorro de los océanos, Submarine Command, El capitán Jones) o el confinamiento en una isla (Wake Island), que le sirvió para rememorar sus años en la Royal Naval Academy y las condecoraciones recibidas por los méritos contraídos durante la Segunda Guerra Mundial. John Farrow murió años antes de ver triunfar a su hija Mia en la pequeña pantalla con "Peyton Place" y en el celuloide con La semilla del diablo (1968), en contraposición a lo que sucedía con Maureen O'Sullivan. Empero, ambas siempre serán la referencia obligada al hablar de este poco conocido realizador australiano. |