Inglaterra, Siglo XVII. El parlamento y Cromwell se han sublevado contra el tiránico Carlos I de Inglaterra. Un bebé es abandonado frente a la granja de una familia puritana; en la sábana que envuelve a la criatura se lee "Amber". Años más tarde, tras la muerte de Cromwell y la Restauración, Amber, asfixiada por su educación puritana, se dirige a Londres y consigue un notable éxito como cortesana. El primer amor de su vida es el corsario Lord Bruce Carlton, quien la deja embarazada para posteriormente embarcarse en otra de sus aventuras marítimas. La nómina de los posteriores amantes de Amber incluye el sádico conde de Radcliffe, el apuesto salteador de caminos Black Jack Mallard y el capitán Rex Morgan. Tras pasar por la cárcel por invertir mal su dinero en un negocio textil, Amber decide trabajar como actriz, consiguiendo gran popularidad. Tras sobrevivir a la peste y al gran incendio de Londres, Amber acaba en brazos del mismísimo rey Carlos II, aunque lo utiliza también para sus fines: desea que el rey enamore a la mujer americana con la cual se ha casado Bruce Carlton para así poder recuperarlo. Sin embargo, Bruce sólo desea la custodia del hijo que ambos tuvieron.