Ampliar imagen
   
La heredera
The Heiress
     
    Director (es) : William Wyler
    Año : 1949
    País (es) : USA
    Género : Melodrama
    Compañía productora : Paramount Pictures
    Productor (es) : William Wyler
    Productor (es) asociado (s) : Robert Wyler, Lester Koenig
    Compañía distribuidora : Mercurio Films
    Guionista (s) : Ruth Goetz, Augustus Goetz
    Guión basado en : la novela Washington Square de Henry James
    Fotografía : Leo Tover
    Director (es) artistico (s) : John Meehan, Harry Horner
    Decorados : Emile Kuri
    Vestuario : Edith Head
    Maquillaje : William Woods, Wally Westmore
    Música : Aaron Copland
    Montaje : William Hornbeck
    Sonido : Hugo Grenzbach, John Cope, Leon Becker
    Efectos especiales : Gordon Jennings
    Ayudante (s) de dirección : C.C. Coleman Jr.
    Duración : 115 mn
   
     
    Olivia De Havilland
Ralph Richardson
Montgomery Clift
Miriam Hopkins
Vanessa Brown
Mona Freeman
Ray Collins
Betty Linley
Selena Royle
Paul Lees
   
   
    Nueva York, finales del siglo XIX. El doctor Austin Sloper reside en el número 13 de Washington Square en compañía de su hermana Lavinia Penniman y su hija Catherine Sloper. En el curso de una fiesta organizada para anunciar la inminente boda entre Jefferson Almond y su prometida Marian, Catherine, una mujer tímida y retraída, conoce a un apuesto caballero proveniente de París. Se trata de Morris Townsend, un primo de Jefferson, que corteja a Catherine y que, al cabo de unos días, pide que se case con él. Después de recibir una respuesta afirmativa, Morris no obtiene la aprobación del doctor Austin Sloper, quien cree que tan sólo quiere a su hija por cuestiones monetarias, ya que puede heredar unos treinta mil dólares anuales. De esta forma, el Sr. Sloper programa un viaje por Europa para rememorar sus experiencias vividas junto a su difunta esposa, aunque el pretexto sea que Catherine olvide a su pretendiente. Sin embargo, los esfuerzos del respetado médico norteamericano serán en balde ya que Morris, por mediación de Lavinia, ha acordado un reencuentro con Catherine a su llegada del viejo continente.
   
   
   
   
     
Comprar en dvdgo.com
   
Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas / Ficha técnica y Ficha artística / Biografías / Otros títulos disponibles / Galería de imágenes / Tráiler / Película en blanco y negro / Libreto de 32 pags. con carteles y texto sobre el film. Formato: 1.33:1, 4:3 Idiomas: Castellano e Inglés. Subtítulos: Castellano. Duración: 110 mn. Distribuidora: Suevia Films.
   
     
Comprar en albaeditorial.es
   
Editorial: Alba Editorial. 
Colección: Clásica.
Autor: Henry James.
Fecha de publicación: julio de 2010
288 pp. 13,0 x 21,0 cm. Tapa dura.

COMENTARIO (Por Joaquín Vallet Rodrigo): Nacido en Nueva York aunque, en los últimos años de su vida, se nacionalizara británico, Henry James (1843-1916) no es únicamente uno de los grandes cronistas literarios del tiempo que le tocó vivir, sino un sutil analista psicológico de conductas y caracteres envueltos, por regla general, en dos preceptos básicos: la perversión como estímulo de la seducción y la inocencia como muestra indiscutible de la doble moral anidada en la sociedad. El conflicto constante entre ambos se extrapola, perfectamente, a las características de dos mundos tan opuestos como, en el fondo, deudores el uno del otro: el representado por el Continente Americano, cuya juventud muestra la flaqueza de una idiosincrasia todavía en formación, perdida entre los vínculos con su origen y sus deseos de prosperidad, y la Vieja Europa, oscura y ambigua; culta, refinada y, en ocasiones, corrupta. James presenta las vicisitudes de sus personajes como clara metonimia de dos universos en contínuo cambio que, a fin de cuentas, expone la contraposición entre la tradición y la modernidad.
   Amén de ello, la inmersión psicológica de sus obras alcanza unos niveles de intimismo muy personales. Los retratos femeninos que ofrece (ya sea en Washington Square, Otra vuelta de tuerca o Retrato de una dama) son visiones profundamente heterodoxas que reflejan la condición de la mujer en un marco no especialmente estimulante para su desarrollo particular. Aunque ello, por regla general, no aparece en primer término, sí se halla presente en varias de sus piezas como un claro condicionante temático. El mundo que expone James suele ser cerrado, con profusión de descripciones, las cuales actúan como base determinante para entender la psicología de sus personajes. Ello provoca que las maneras que dichos personajes tienen de conducirse muestran, al fin y al cabo, una clara rebelión contra la claustrofobia cotidiana, cuyos condicionantes sociales afectan, de manera determinante, a uno de los núcleos más sutilmente tratados por el escritor: la sexualidad.
   Concretamente, Washington Square es una de las obras que mejor exponen todos los aspectos ya reseñados. Publicada por entregas en 1880, de forma paralela en los Estados Unidos y Gran Bretaña, ésta novela corta se coloca en un momento especialmente sugestivo en la carrera literaria de James: escrita apenas tres años después de su salto a la fama con Daisy Miller y coetánea a Retrato de una dama. La obra retoma toda la claustrofobia ya esbozada más arriba aunque, en éste caso, dicha sensación vaya mucho más allá de sus circunstancias físicas, muy cercanas, ocasionalmente, a un concepto «teatral» de la narrativa (no hay que olvidar, a este respecto, que una de las ambiciones que James mantuvo a lo largo de su trayectoria era la de alcanzar renombre como dramaturgo). Es el ambiente social en el que vive Catherine el que presiona sobre sus deseos íntimos y sus reprimidas ansias de liberación. Mediante una educación completamente servil e, incluso, castradora (el respeto que siente hacia la autoritaria figura del padre, aunque las decisiones que éste toma vayan en contra de la voluntad de la joven) y la pasión que despierta en ella un atractivo e insolente joven, el único resquicio que le queda a Catherine para abandonar las convenciones en las que se sustenta su día a día y que está obligada de antemano a aceptar. De igual manera, Morris estimula el cambio actitudinal en la muchacha, mostrándole una nueva manera de ver y enfrentarse tanto al mundo como a sus propios semejantes. Después de su primer encuentro, Catherine le confiesa a su prima que Morris no le ha resultado nada especial, «fingiendo por primera vez en su vida», según apostilla James. Más que un personaje, Morris materializa el ansia del cambio que Catherine necesita en su grisácea existencia, tal y como las fantasmales apariciones de Quint y Miss Jessel representaban toda la frustración sexual que la anónima institutriz había acumulado a lo largo de su existencia. Henry James, por consiguiente, fusiona de manera admirable el poso psicológico con el que estructura las claves argumentales de Washington Square con una dimensión social, por momentos, profundamente crítica que acaba por erigirse en el marco más potente de una obra absolutamente apasionante.
   William Wyler fue el cineasta que con mayor acierto supo trasladar a imágenes todo lo expuesto por el escritor neoyorquino y darle un completo sentido cinematográfico. La heredera (1949), con su impecable puesta en escena, sus significativos decorados y con unas interpretaciones de todo punto memorables (en especial, el de una inmensa Olivia de Havilland) llega, incluso, a ir más allá de las intenciones primigencias de James. Y ello se observa, sobre todo, en la sobrecogedora secuencia final, expuesta de manera muy distinta en la novela (en ella, Morris, simplemente, se marcha de la casa de Catherine, dejándola con su labor) y que Wyler convierte en uno de los momentos más impresionantes que se hayan visto en el cine consiguiendo, además, taladrar interiormente a los personajes y mostrar, con una elegancia no exenta de brutalidad, el fin de uno y otro (Morris abandonado a su suerte y Catherine «condenada» a una existencia vacía). Agnieszka Holland realizó en 1997 otra versión cinematográfica de la novela de Henry James, excesivamente impersonal y academicista que, ni de lejos, llegaba al nivel logrado por William Wyler.•
   
       
   

   Ingresar comentario

Valoración media: 9,8

Comentarios: 0

Total de votos: 12


¿Qué valoración le darías a esta película?

Valoración:

Enviar