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La venganza
The Hit
     
    Director (es) : Stephen Frears
    Año : 1984
    País (es) : USA-ESP
    Género : Thriller
    Compañía productora : Glinwood Films Lted.
    Productor (es) : Jeremy Thomas
    Guionista (s) : Peter Prince
    Fotografía : Mike Molloy en Color
    Música : Paco De Lucía, Eric Clapton
    Montaje : Mike Audsley
    Duración : 96 mn
   
     
    John Hurt
Terence Stamp
Tim Roth
Bill Hunter
Laura del Sol
Fernando Rey
   
   
    A pesar de haber transcurrido diez años desde el día del juicio, Willie Parker, un hombre de mediana edad, sabe que sus antiguos compañeros, encarcelados por culpa suya, le buscarán cuando salgan del recinto penitenciario. Las predicciones y los temores de Parker se cumplen al saber de la presencia de varios individuos con acento inglés en la ciudad de Málaga, donde se ha escondido estos últimos años. Los ex presidiarios Braddock y Myron son los encargados de secuestrar a Parker, para posteriormente trasladarlo, junto a su esposa Maggie, hacia la capital española donde le espera Harry, el otro ex jefe de la banda de atracadores.
   
   
   

NEGOCIOS OCULTOS
 
Por Adrián Sánchez
Noir estilizado y sutilmente paródico, The Hit supuso el regreso de Stephen Frears al cine (entre medias trabajó incasablemente para televisión) después de su debut doce años antes con otro singular thriller, Detective sin licencia (1971). Una producción de Albert Finney que suponía una originalísima y compleja mirada, a un tiempo verista y metagenérica sobre las constantes del cine y la literatura negra del periodo clásico norteamericano, adobadas por el áspero estilo británico de herencia free cinema. Un retorno de la mano del muy interesante productor Jeremy Thomas, hombre inquieto tras la puesta en marcha de no pocos títulos esenciales de los 80 y 90 (desde El último emperador para Barnardo Bertolucci hasta el enfermizo Crash de Cronenberg en una de sus obras maestras) y director a su vez de una sola película también con un soberbio John Hurt, ese cuento de hadas, teñido de aventura íntima que fue Todos los animales pequeños (1998), una intensa y extraña miniatura recibida con una incomprensión
Con este trabajo de mediados de los 80 comienza la que quizás sea la etapa más potente y compacta —nada menos que trabajos como el díptico Mi hermosa lavandería en 1985 y Sammy y Rosie se lo montan en 1987, sobre material del excelente escritor Hanif Kureishi o el sobresaliente biopic, también en el 87, Ábrete de orejas,  acerca del dramaturgo Joe Orton,  con unos Gary Oldman y Alfred Molina brillantes— de un cineasta por lo demás siempre interesante pero irregular —incluyendo joyas del calibre de la entrañable Café irlandés en 1993, Los timadores en 1990, un título con ciertas similitudes con este aquí reseñado o  la estupenda Alta fidelidad en el 2000, todas ejemplares adaptaciones literarias, de Roddy Doyle a Nick Hornby pasando por Jim Thompson—, de éxito intermitente y talento un punto desganado que siempre a intentado colar su discurso personal sobre los roles de dominio/sumisión  y sobre la “servidumbre humana” con mayor o menor fortuna, incluso en trabajos puramente de encargo, como Las amistades peligrosas (1988), a los que tornea con inteligencia hasta hacerlos casar a la perfección en este formón. 
   The Hit resulta un film paradójicamente tan poco conocido e insólito como finalmente influyente dentro del thriller gangsteril británico, siempre sucio y restallante, por ejemplo la nada despreciable Sexy Beast (2000) de Jonathan Glazer le debe alguna cosa que otra (muchas, en realidad, desde la ambientación, hasta el tratamiento limítrofe con la parodia), la mediocre El gran hombre (1990) de David Leland copia parcialmente su estética con poca fortuna y menos inspiración, dentro de un conjunto desvaído que no acierta con un planteamineto excelente y desde luego su tono y temática retumba en la reciente Escondidos en Brujas (2008).
   La España perpetuamente soleada y nada turística que sirve de marco es más que un constatación histórica —los gangsters británicos se retiraban y/o escondían en la Costa del Sol española—; es la respuesta, de perfecta coherencia dramático-simbólica, al memorable momento que cierra el prólogo de la película: durante el juicio en el cual Stamp testifica contra su antigua banda los miembros de la misma comienzan a cantar al unísono el bello standard de Vera Lynn, We’ll Meet again  cuyo estribillo dice: «We’ll meet again, don’t know where, don’t know when, but I know we’ll meet again some sunny day».
Esta geografía desértica y amenazante funciona como agobiante escenario en el que desarrollar una violenta aventura itinerante con toques absurdos, enfocados a la destrucción sistemática de los arquetipos del género, mediante una elección tipológica que la conecta con títulos anteriores como The Lineup (1958) y Código del hampa (1964), ambos de Don Siegel, o La mala ordina (1972) de Fernado Di Leo. Además The Hit es reconocida inspiración para esa frenética La interferencia, primera y más que recomendable novela de Carlos Aguilar.
   De tal modo, figuras perfectamente reconocible y asimilables por el público sin mayor necesidad de explicación ni desarrollo dramático-psicológico, se reducen a eso, a figuras en el paisaje, a estilización pura. Una particularidad nada subrayada entendida y expresada por unos actores (y por un guión espléndidamente dialogado) que se acogen cada cual a un registro previamente codificado. Geniales todos; Terence Stamp, como el criminal retirado a la espera de que llegue su hora y que descoloca a los killers con su actitud zen ante la muerte (aunque en un patético giro final la máscara se le caiga) John Hurt incorporando a un sofisticado hitman (con el buscado contraste entre su incongruente elegancia y el cutrerio que le rodea) de hierática profesionalidad puesta a prueba por la catarata de inconvenientes que torpedean un trabajo en principio sencillo, asistiéndolo como conductor y guardaespaldas un jovencito y oxigenado Tim Roth de atontolinado y matón cafre (célebre su pelea con los vascos en el chiringuito e impagable su look general) y ocupando el rol de “lastre” y chica necesaria para la tensión dramática, el mini-mito erótico patrio Laura del Sol, un personaje muy bien tratado por Frears que introduce con así un componente rebuscadamente erótico en su relación con Hurt. Sobresaliente y perturbadora la escena en la que le muerde la mano o la vibrante secuencia de la gasolinera coronada por un plano cenital sostenido, una resolución formal a un tiempo sofisticada e irónica que reproduce visualmente la penosa ridiculez en la que se está convirtiendo toda esta aventura.
   En definitiva, un título sobresaliente que supera su propios postulados genéricos con la conversión de una trama y unos personajes, que son cliché, en decantaciones metafísicas de si mismos. Logrando un film complejo pero nunca farragoso, ligero y ambiguo, humorístico y violento, que es la exhibición impúdica del esqueleto del género por medio de la abstracción autoconsciente. Ahí es nada.•
   
     
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Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato: 1:78:1, 16:9. Idiomas:  Castellano e Inglés. Subtítulos: Castellano. Duración: 87 mn. Distribuidora: Savor Ediciones. Fecha de lanzamiento: 20 de junio de 2012.

   
       
   

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