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Pulp Fiction
Pulp Fiction
     
    Director (es) : Quentin Tarantino
    Año : 1994
    País (es) : USA
    Género : Cine negro-Thriller
    Compañía productora : Miramax Films
    Productor (es) : Lawrence Bender
    Productor (es) ejecutivo (s) : Danny DeVito, Michael Shamberg, Stacey Sher, Bob Weinstein, Harvey Weinstein, Richard Gladstein
    Compañía distribuidora : Lauren Films
    Guionista (s) : Quentin Tarantino, Roger Avary
    Fotografía : Andrzej Sekulla
    Diseño de producción : David Wasco
    Director (es) artistico (s) : Charles Collum
    Decorados : Sandy Reynolds-Wasco
    Vestuario : Betsy Heimann
    Maquillaje : Thomas L. Bellissimo, Wayne Toth, Douglas Noe, David E. Smith, Erin Haggerty
    Montaje : Sally Menke
    Montaje de sonido : G. W. Brown, David Bartlett, Richard Marx, Stewart Nelson, Charles Ewing Smith, Scott Weber, Dean Beville, John Hulsman,
    Efectos especiales : Larry Fioritto, Stephen DeLollis, Pat Domenico, Wes Mattox
    Ayudante (s) de dirección : Francis R. Mahoney III, Kelly Kiernan
    Duración : 149 mn
   
     
    John Travolta
Samuel L. Jackson
Uma Thurman
Harvey Keitel
Tim Roth
Amanda Plummer
Maria De Medeiros
Ving Rhames
Eric Stoltz
Rosanna Arquette
Christopher Walken
Bruce Willis
   
   
    La historia empieza con Pumpkin y Honey Bunny, dos ladrones de segunda fila que deciden atracar el restaurante en el que se encuentran. A partir de entonces se integran en el desarrollo de la historia Vincent Vega y Jules Winfield, dos gangsters que, cumpliendo órdenes de Marsellus, se han de encargar de recuperar una misteriosa cartera negra y de proteger a Mia Wallace, la mujer de Marsellus, poniendo su propia vida en peligro. Los problemas no se acaban para ellos cuando accidentalmente se encuentran con un cadáver en el coche, del que se han de deshacer lo más rápidamente posible.
   
   
   

LAS PEQUEÑAS DIFERENCIAS

 

Por Joaquín Vallet Rodrigo


A lo largo de la Historia del Cine ha existido un número muy exiguo de películas que hayan significado un antes y un después determinante en el discurrir cinematográfico, muy a pesar de subjetividades. Sin duda, Pulp Fiction de Quentin Tarantino representa uno de estos casos, ya que su estreno en 1994 viene seguido de un conjunto de cambios esenciales en las maneras fílmicas ulteriores (muchos de ellos, reconozcámoslo, no siempre para bien), así como en la completa integración del concepto de «cine independiente» en los estadios comerciales de Hollywood.

            La estética del cine norteamericano posterior a Pulp Fiction asimila de este film varios preceptos aunque, como ya se ha esbozado, sin la capacidad de renovación ni la personalidad con que Tarantino compone su laberíntica «ópera». Primero que nada, un nuevo sentido de la violencia que se desvincula, notablemente, de todo lo visto con anterioridad, incluído el propio film de Tarantino Reservoir Dogs. Si durante los años setenta la violencia alcanza un sentido preponderante, debido a que su exposición explícita y sin sutilezas se ve mezclada con un extraño aura de pesimismo, casi como una necesidad humana que oscila entre los conscientemente reprobable y lo inconscientemente inevitable, en los ochenta adquiere un sentido netamente lúdico, gratuíto y sin excesiva funcionalidad en la gran mayoría de las ocasiones, mucho más vinculado a un sentido del espectáculo de masas arraigado en las necesidades del consumo rápido que en las pretensiones artísticas de la década anterior. Tarantino, por decirlo de alguna forma, no hace sino mezclar ambos conceptos. Por un lado, la violencia en Pulp Fiction posee unas dimensiones absolutamente dramáticas, necesarias para que la idiosincrasia del cúmulo de personajes que circulan por sus fotogramas adquieran, muy a su pesar, verdadera razón de ser. Por otro, mantiene un tono muy cercano al espírito lúdico y superficial del cine de los años ochenta. Por consiguiente, Tarantino estiliza la violencia y la convierte en un elemento que fluctúa entre un fondo de necesidad y una superficie humorística que resalta la mirada irónica y, en cierto modo, desencantada del cineasta.
   Pulp Fiction no enjuicia sus niveles de violencia, sino más bien al contrario. El distanciamiento con el que Tarantino expone las situaciones y la cercanía con que nos presenta su cosmos humano hace que nuestra inmersión en las controvertidas historias que narra la película sea absoluta y la comprensión que nos despierta unos personajes nada negativos acaba por facilitar que la violencia con la que éstos actúan sea asimilada, por parte del espectador, como un rasgo más (y no el más importante, de hecho) de su particular manera de entender la existencia. La película, por consiguiente, se aleja de rasgos morales y únicamente centra su atención en los distintivos actitudinales y en la profesionalidad de unos seres que viven al límite aunque, en el fondo, no sean plenamente consciente de ello.
   El segundo de los rasgos que hacen del film una pieza determinante del cine contemporáneo reside en su estética y planificación, así como en sus características eclécticas y su conjunto de dispares referencias. Respecto a éste último punto es, quizá, el que mejor sabe aprovechar Tarantino para crear su estilo cinematográfico. Por Pulp Fiction desfilan desde evidentes homenajes a la figura de Jean-Luc Godard (la indumentaria de John Travolta y Samuel L. Jackson, así como el nombre de la productora de Tarantino, remiten a una de las más célebres obras del director francés, Banda aparte), al cine negro estadounidense y, más concretamente, a cineastas como John Huston, Samuel Fuller o Don Siegel (tanto en algunos aspectos argumentales —el combate de boxeo amañado—, como en determinados detalles estilísticos —una cierta contención en las secuencias de acción) y, sobre todo, a los thrillers y cine de terror casposo de los años setenta y ochenta que Tarantino consumió ávidamente antes de dedicarse al cine (el submundo de la pareja de violadores en el sótano de la tienda). Es, sin duda, esta insólita combinación entre el cine más excelso y respetado (Godard) con el más despreciado (los subproductos de vídeoclub) lo que particulariza la propuesta del cineasta haciéndola incómoda o fascinante para según qué tipo de espectador.
   Los aspectos formales son los que se encargan de dar un carácter preciso al grupo de elementos ajenos, siempre bajo un punto de vista que se desentiende de prejuicios y valoraciones presuntamente artísticas. Tarantino puede combinar las influencias antes mencionadas incluso en un mismo plano y otorgar similar nivel de importancia a todas ellas. Ello es debido, sobre todo, a la formación «cinéfaga» (más que cinéfila) del cineasta, su total desvinculación de elites cualitativas a favor de la absoluta apreciación de cualquier tipo de manifestación audiovisual, sea cual fuere su naturaleza. Esto (que adquirirá un sentido verdaderamente extraordinario en el díptico Kill Bill) se encuentra presente en Pulp Fiction de manera figurada en la secuencia de la cena entre John Travolta y Uma Thurman, mediante el restaurante que rememora los años cincuenta y en el que Tarantino se recrea con evidente gusto e integra a sus personajes casi como parte decorativa (el baile). También de manera mucho más ostensible en el bloque de la tienda en el que se conjuga la herencia del cine de horror de los años setenta y ochenta (el ambiente del sótano, la presencia de «El tarado») con elementos del cine oriental más comercial (la katana, la manera en la que Bruce Willis mata a uno de los violadores), envueltos en una planificación de marcado cariz postmoderno (los significativos travellings).

   Pulp Fiction, por consiguiente, debe a la capacidad de hibridación de Tarantino y a la imposición de su personalidad sobre todos los referentes posibles el haberse convertido en uno de los films que mayor influencia han propiciado en el cine actual. La película no oculta su intención de suscitar polémica, ni tampoco la voluntad de establecer un punto y aparte en la singladura cinematográfica. Ambas cosas se lograron en 1994. Vista hoy, una vez olvidada la controversia y asimilada su importancia, Pulp Fiction queda como una de las obras maestras incuestionables del cine contemporáneo.•

   
     
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Características DVD: Contenidos:  Disco 1: la película. Disco 2: Extras: Documental Pulp Fiction: The Facts / Escenas eliminadas / Entrevista con Quentin - The Charlie Ross Show / Las películas de Siskel y Ebert -- La generación de Tarantino / Featurette / Detrás de las escenas / Entrevistas de The Independent Spirt Awards / Filmografías / La película analizada por Artículos / Trailers de cine / Spots de TV / 8 Galerías de fotografías diferentes / Pistas en audio / Opciones DVD-Rom / Comentarios. Formato: 2.35:1, 16:9. Idiomas: Francés e Inglés. Subtítulos: Castellano e Inglés. Duración: 154 mn. Distribuidora: Importación.

   
     
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Editorial: Dirigido.
Colección: Programa doble nº 36.
Autor: Esteve Riambau.
Fecha de publicación: 1998.
160 pp. Rústica. 12,5 x 19,7 cm. Incluye estudio Ed Wood.
   
   
     
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PULP FICTION (1994) 
VV.AA.
MCA Records 088 113 002-2, 2002. Duración: 69:06.

   
       
   

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