![]() |
|
|||||||||||
Los pájaros The Birds |
||||||||||||
Director (es) : Sir Alfred Hitchcock | ||||||||||||
Año : 1963 | ||||||||||||
País (es) : USA | ||||||||||||
Género : Terror | ||||||||||||
Compañía productora : Universal Pictures | ||||||||||||
Productor (es) : Alfred Hitchcock | ||||||||||||
Compañía distribuidora : Universal Films Española S. A./Onza Films (reposición) | ||||||||||||
Guionista (s) : Evan Hunter | ||||||||||||
Guión basado en : un relato de Daphne du Maurier | ||||||||||||
Fotografía : Robert Burks en Technicolor | ||||||||||||
Director (es) artistico (s) : Robert Boyle, George Milo | ||||||||||||
Vestuario : Edith Head | ||||||||||||
Maquillaje : Howard Smith | ||||||||||||
Montaje : George Tomasini | ||||||||||||
Sonido : Waldon O. Watson, William Russell | ||||||||||||
Ayudante (s) de dirección : James H. Brown | ||||||||||||
Títulos de crédito : James S. Pollack | ||||||||||||
Duración : 120 mn | ||||||||||||
![]() |
||||||||||||
Rod Taylor
Tippi Hedren Jessica Tandy Suzanne Pleshette Veronica Cartwright Ethel Griffies Charles McGraw Ruth McDevitt Joe Mantell Doreen Land Malcolm Atterbury Lonny Chapman Doodles Weaver Karl Swenson Elizabeth Wilson |
||||||||||||
![]() |
||||||||||||
La atractiva Melanie Daniels compra un par de pájaros en una tienda de San Francisco para regalarle a la hermana de Mitch Brenner, un abogado al que ama. Melanie se dirige a una localidad portuaria llamada Bahía Bodegas para visitar a la família Brenner, y en especial a Mitch. A su llegada, una gaviota le causa una pequeña herida, una circunstancia que se convierte en un presagio del peligro que supondrá su presencia en Bahía Bodegas y para sus habitantes. | ||||||||||||
![]() |
||||||||||||
EL FIN DEL MUNDO EN BAHÍA BODEGA Por Tomás Fernández Valentí
![]() De ahí que, como en muchas grandes ficciones hitchcockianas, la película arranque de una manera aparentemente ligera por medio de una secuencia de presentación del personaje de Melanie, y el dibujo del inicio de su relación/atracción con/hacia Mitch Brenner (Rod Taylor), que está dominada a partes iguales por la comedia y el misterio. Melanie entra en una pajarería de Nueva York —de la cual, por cierto, acabamos de ver salir a Hitchcock, haciendo su clásica aparición especial, llevando ¡unos perros! (¿quién, si no Hitchcock, llevaría a
![]() Los pájaros arranca, por tanto, como un juego de seducción, como el preludio a una conquista amorosa; un juego de dominación, de poder, al cual la caprichosa Melanie se entrega con denuedo: consigue la dirección de Mitch, compra un par de periquitos y se dirige al lugar donde el objeto de su deseo vive en compañía de su madre viuda, Lydia (Jessica Tandy), y su hermana pequeña Cathy (Veronica Cartwright): la localidad costera de Bahía Bodega. Más adelante, sabremos que Melanie es una mujer de la así llamada alta sociedad neoyorquina que tiene cierta fama por haber salido con frecuencia en las páginas de la prensa amarilla; en una de esas ocasiones, se dice, fue retratada bañándose desnuda en una fuente de Roma, en lo que puede verse un avieso guiño a La dolce vita (1959) felliniana. Melanie, por tanto, es una mujer acostumbrada a conseguir lo que quiere y cuando lo quiere; es, además, una persona habituada a un modo de ver y entender la vida
![]() Desde este punto de vista, Los pájaros es el retrato de la evolución psicológica de Melanie Daniels, una mujer que movida por un capricho sexual anda detrás de un hombre al que añadir a lo que se presume una larga lista de conquistas amorosas, y que acaba abriendo los ojos a una realidad que para ella era desconocida. Apertura a la realidad que pasa, paradójicamente, por una violación del concepto de realidad cotidiana, por una inmersión en una situación absurda, apocalíptica e irracional: los ataques progresivamente más violentos de los pájaros, que amenazan con destruir Bahía Bodega y más tarde quizá el mundo entero. La presencia, primero, y la amenaza, después, de las aves se erige en un contrapunto constante del dibujo del carácter de Melanie y su evolución hacia una persona más humana y comprensiva, más sensible hacia el dolor ajeno, en un proceso que pasa por su propio martirio personal. Cuando la vemos en descapotable en dirección a Bahía Bodega, lo hace conduciendo el vehículo a toda velocidad y sin reducir la marcha ni siquiera cuando atraviesa algunas peligrosas curvas; detalle genial: los periquitos que están en la jaula que reposa en el asiento del copiloto van moviendo sus cuerpecitos al vaivén de las curvas (sic). El juego de seducción de Melanie, consistente en coger una barca, atravesar la bahía, entrar a hurtadillas en la casa de Mitch y dejarle la jaula con los periquitos termina con brusquedad y de manera absolutamente imprevista: una gaviota cruza el cielo y la hiere con el pico en su cabeza, haciéndola sangrar: es el primer golpe de realidad, el primer paso de su humanización. Melanie se aloja en la casa de Annie Hayworth (Suzanne Pleshette), la maestra de la clase del colegio de Bahía Bodega donde va la hermana pequeña de Mitch; más aún: Annie fue en el
![]() A partir de ese momento, hay por así decirlo un doble crescendo, interior y exterior. El interior, representado por un lado por la evolución del personaje de Melanie; pero también del de Lydia, la madre de Mitch (otra de esas terribles progenitoras tan frecuentes en el cine de Hitchcock: Encadenados, Atrapa a un ladrón, Psicosis…), quien al principio no soporta la presencia de Melanie, la cual le parece una mujer demasiado «frívola» para Mitch, hasta que descubrimos que lo que realmente la aterra es la posibilidad de quedarse sola en sus últimos años de viudedad y vejez; incluso del de Mitch, que poco a poco irá venciendo sus prejuicios iniciales hacia Melanie (influidos, en gran medida, por la opinión de su madre) y se irá enamorando sinceramente de ella cuando vaya percibiendo la positiva evolución de la muchacha. Crescendo interior que se complementa a la perfección con el crescendo exterior formado a su vez por los progresivamente más violentos ataques de las aves. No es casual que uno de los más feroces, el que se produce mientras los niños celebran una fiesta en el jardín, tenga lugar poco después de que Melanie y Mitch se hayan sincerado en lo alto de una colina que, como es proverbial en su autor, Hitchcock filma en un decorado que destaca su irrealidad: su carácter de paréntesis espacial donde los personajes, aislados del mundo, dan rienda suelta a sus sentimientos; el ataque de los pájaros que tiene lugar a continuación incide en la idea de la destrucción de la inocencia: las aves atacan a los niños y, en otro detalle genial, hacen reventar con sus picos los globos que decoran la fiesta infantil. El siguiente ataque de las aves reincide en la idea de la destrucción de la
![]() El excepcional tercio final de Los pájaros en el hogar de los Brenner, donde Melanie, Mitch, Lydia y Cathy resisten las nuevas oleadas de aves enloquecidas, confirma lo que hemos estado exponiendo hasta ahora: la casa deviene una prisión de la que no se puede escapar; los gritos de los pájaros que golpean paredes, puertas y ventanas en el exterior enloquecen a sus ocupantes (la utilización del sonido, pues el film entero carece de música, está fuera de toda discusión); incluso la chimenea, símbolo de confort hogareño, deviene la entrada de acceso a una asfixiante bandada de gorriones… El proceso de humanización de Melanie culmina en cierto sentido con su anulación como personaje: gravemente herida por los pájaros que la han atacado en la habitación del piso superior, Melanie queda conmocionada, silenciosa, absorta, debiendo recibir la ayuda de Mitch e incluso de Lydia, cuyo afecto ha aprendido a ganarse. Melanie simbólicamente «muere», desaparece como el personaje que era, para convertirse tan pronto como se recupere de sus heridas quizá en otra persona, acaso mejor, en cualquier caso alguien distinto a quien era; una mujer diferente en un mundo que ahora, dominado por los pájaros, también será diferente… No olvidemos asimismo que el personaje de Lydia, el polo opuesto del de Melanie, acabará revelando sus auténticos temores (su miedo a la soledad) tras una experiencia traumática relacionada, también, con las aves: el descubrimiento del cadáver del vecino, cuyos ojos han sido vaciados por los picos y garras de sus asesinos voladores, en una secuencia no menos moderna e impactante en su concepción: un montaje corto de tres planos progresivamente cerrados sobre el rostro ensangrentado del cadáver que anticipa los tres planos que luego emplearía Stanley Kubrick en una escena clave de 2001: una odisea del espacio (1968).•
|
||||||||||||
![]() |
||||||||||||
|
||||||||||||
Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas / Cómo se hizo / Trailer / Final original / Pruebas de cámara / Escenas eliminadas / Universal News Reel. Formato: Pal 1.33:1, 4:3. Idiomas: Castellano, Inglés, Francés e Italiano. Subtítulos: Castellano, Italiano, Inglés, Francés y Portugués. Duración: 115 mn. Distribuidora: Universal Pictures.
|
||||||||||||
![]() |
||||||||||||
|
||||||||||||
Editorial:Gallo Nero. ![]() ![]() ![]() Autora: Daphe du Maurier.
Elena Fresco, Ana González, Elisa Lobato y María Retamero.
ilustraciones en color de Pablo Gallo.
COMENTARIO (Por Christian Aguilera): Meses después de haber visto publicados en un mismo año libros de perfiles genéricos bien distintos, la recopilación epistolar The Young George du Maurier: A Selection of His Letters (1860-1867) y la novela My Cousin Rachel, Daphne du Maurier (1907-1989) hizo una vez más de su aguda capacidad de observación materia para un texto que obtuvo la catalogación de «novela corta». Así pues, en el último suspiro de 1952 las librerías de la época recogían una postrera novedad editorial, The Appel Tree: The Short Novel and Other Stories. Sin duda, la «joya de la corona» de aquella publicación cotizada hoy en día a precio de “oro”, lleva por título The Birds. Su buen funcionamiento comercial propició que algunos de los departamentos televisivos fiados a adquirir los derechos de relatos susceptibles de ser “traducidos” a la pequeña pantalla, repararan en un texto que no excede de las cincuenta páginas. Todo parecía indicar, pues, que el “lugar natural” de un texto de las características de The Birds hubiese sido su adecuación a un episodio integrado en una antología del género de suspense y/o de terror. Ciertamente, Alfred Hitchcock parecía determinado a incluir su eventual adaptación a la serie de la NBC
![]() ![]() ![]() (1) Extraído de los extras de la edición en DVD publicada por Universal en 1999. (2) Op. Cit. núm. 1
Editorial: Dirigido.
Colección: Programa doble nº 50.
Autor: Javier Coma.
Fecha de publicación: 2001.
160 pp. Rústica. 12,5 x 19,7 cm. Incluye estudio Río Rojo.
|
||||||||||||
![]() |
||||||||||||
|
||||||||||||