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48 horas más Another 48 Hours |
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Director (es) : Walter Hill | ||||||||||||
Año : 1990 | ||||||||||||
País (es) : USA | ||||||||||||
Género : Thriller | ||||||||||||
Compañía productora : Lawrence Gordon Productions / Eddie Murphy Productions para Paramount Pictures | ||||||||||||
Productor (es) : Lawrence Gordon, Robert D. Wachs, D. Constantine Conte | ||||||||||||
Productor (es) ejecutivo (s) : Mark Lipsky, Ralph S. Singleton | ||||||||||||
Productor (es) asociado (s) : Raymond L. Murphy Jr., Kenneth H. Frith Jr. | ||||||||||||
Compañía distribuidora : UIP | ||||||||||||
Guionista (s) : John Fasano, Jeb Stuart, Larry Gross | ||||||||||||
Guión basado en : una historia de Fred Braughton, según los personajes creado por Walter Hill, Larry Gross, Steven E. De Souza y Roger Spottiwoode | ||||||||||||
Fotografía : Matthew F. Leonetti en Technicolor | ||||||||||||
Diseño de producción : Joseph C. Nemec III | ||||||||||||
Director (es) artistico (s) : Gary Wissner | ||||||||||||
Decorados : George S. Nelson | ||||||||||||
Vestuario : Dan Moore | ||||||||||||
Maquillaje : Michael Germain | ||||||||||||
Música : James Horner | ||||||||||||
Montaje : Freeman Davies, Carmel Davies, Donn Aron | ||||||||||||
Sonido : Willie D. Burton, Michael Minkler, Gregg Landaker | ||||||||||||
Efectos especiales : Mike Edmonson, Pete Albiez, Ken Clark | ||||||||||||
Ayudante (s) de dirección : James R. Dyer | ||||||||||||
Duración : 98 mn | ||||||||||||
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Nick Nolte
Eddie Murphy Brion James Andrew Divoff Bernie Casey Brent Jennings David Anthony Marshall Kevin Tighe Ed O´Ross |
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Transcurridos cuatro años desde que los agentes de policía Jack Cates y Reggie Hammond, a pesar de sus caracteres antagónicos, protagonizaran diversos actos que les granjearon una cierta popularidad dentro del Cuerpo, el primero se ve envuelto en una acusación de homicidio. Al parecer, junto al cadáver de un individuo llamado Arthur Brock se encuentra el arma reglamentaria de Jack, pero éste se justifica alegando defensa propia, ya que según su versión, fue atacado por dos tipos, entre los que se cuenta el finado. Sabedor que su compañero Reggie está a punto de salir de prisión después de una larga temporada entre rejas, Jack le pide que le ayude a «limpiar» su expediente, pero éste le exige una antigua deuda que asciende a quinientos mil dólares... | ||||||||||||
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CATES & HAMMOND: «ARMAS LETALES» Por Víctor Manuel Rivero
![]() «Te prometo que esta vez será diferente», le espeta socarrón el detective Jack Cates al ladrón Reggie Hammond, desconfiado por experiencia, en una de sus escenas de reencuentro de 48 horas más, secuela de la exitosa Límite: 48 horas (1983). Pero a pesar de su juramento, como observará el propio Hammond, el misántropo e impulsivo policía de San Francisco sigue conduciendo el mismo y destartalado cadillac azul, sigue vistiendo sus mismos paños desastrados y sigue reforzando sus agresivos argumentos con el cañón humeante de una magnum 44. Quizás, eso sí, su peinado es ahora distinto al que lucía ocho años atrás. Probablemente el cambio más significativo que media entre Límite: 48 horas y 48 horas más es el orden de los créditos: si en aquella encabezaba el reparto Nick Nolte, en la presente quien lo hará será su partenaire y contrapunto humorístico Eddie Murphy, quien propulsado decisivamente por esta apertura de la saga —y respaldado luego por personajes de corte muy similar, como el Axel Foley de Superdedective en Hollywood (1984) y Superdetective en Hollywood II (1987)— se encontraba a estas alturas de su carrera erigido en estrella cómica dentro del lujoso firmamento de Hollywood. Así, además de reportarle suculentos beneficios en la nómina —de los 450.000 dólares de la primera pasará ahora a nada menos que siete millones de dólares en la presente e incluso a nueve según otras fuentes—, este estatus astronómico le facilitará diseñar el armazón del argumento y, en especial, acondicionar líneas de diálogo y gags personales a su antojo.
![]() De todas formas, la variación entre una y otra cinta será cuestión de apenas detalles, algunos de los cuales son simples disfraces, caso del punto de presión extra para Cates dentro de la comisaría, donde el superior vociferante (Frank McRae) queda ahora suplantado por un inspector de asuntos internos (Kevin Tighe, que al menos siempre aporta un eficaz rendimiento en roles turbios). Convertida la autorreferencia casi en objetivo y justificación del proyecto —por entonces imitado hasta la saciedad, incluido el propio Walter Hill con Danko: calor rojo (1988), y superado en popularidad por Arma letal (1987)—, el resto de la obra parece provenir de un molde idéntico que el de su antecesora, considerada una de las fundadoras de unos clichés de la buddy movie que ésta explotará sin reparo ninguno. De hecho, el esquema narrativo de ambas resulta prácticamente calcado ya desde esa presentación inicial de los villanos, que mezcla tonalidades de western "sucio" —reminiscencias claras aquí de Hasta que llegó su hora (1968)— con ese cierto regusto de hipérbole tebeística que acentúa de vez en cuando el estilo de Hill, frecuentemente para retratar de un plumazo a los malos de la función y su naturaleza irredimible, encaramados como están a la cúspide de la cadena trófica de la vileza —como ejemplo, extremo no hay más que recordar al narcotraficante interpretado Powers Boothe en Traición sin límite (1987), que explica todo sobre sí mismo aplastando en su puño desnudo un temible escorpión de los desiertos texanos—. Aparte de por la alusión acerca de sus cacerías de ‘polis’ y el deseo de venganza de uno de ellos —casualmente hermano del finado antagonista de Límite: 48 horas—, en 48 horas más se conocerá el talante virulento de estos dos moteros encargados de asesinar a los protagonistas en cuanto, en medio de la nada, disparen a sangre fría y a bocajarro a un agente que, para más inri, es mujer. Por supuesto, como en la anterior, y también desarrolladas en paralelo a la comedieta de encuentros y desencuentros racistas, clasistas y moralistas de los "buenos", sus fechorías continúan luego en territorio urbano. El mal que llama a las puertas
![]() En 48 horas más ni Roger Spottiswoode ni Hill repiten en la confección del libreto —tampoco Larry Gross ni Steven E. de Souza—, aunque por otro lado la huella del realizador en el guion es más que evidente. Sobre todo por los numerosos ecos westernianos que resuenan el filme, donde, como hemos visto, todo se resuelve a partir de cuestiones personales y estrictos códigos de comportamiento, expresados rotundamente mediante lo físico —y donde vale tanto un abrazo tímido como una pelea afectuosa; otra repetición más respecto a Límite: 48 horas—. La cuestión afecta, decíamos, tanto a la renovada alianza entre opuestos que en realidad están hermanos por su marginalidad —ese concepto tan peckinpackiano que afloraba también en el conflicto dramático de la citada Traición sin límite— como al duelo a muerte entre antihéroes y forajidos, esa figura recurrente en la cultura estadounidense y que, en efecto, los malhechores se arrogarán para sí mismos –los últimos americanos libres, procedentes de tiempos pretéritos a que las ciudades se llenasen de abogados y ordenadores-. Por si no les convence este razonamiento, uno de ellos responde al nombre de Willie Hickok, invocación inequívoca de ‘Wild Bill’ Hickok, celebérrimo pistolero del Salvaje Oeste que Hill recuperará en su posterior largometraje Wild Bill (1995) y en el episodio piloto que dirigirá para la mayestática aunque truncada serie Deadwood (2004-2006).
Con todo, es posible que este aire de remake sacacuartos que rodea a la obra, así como a la radical incoherencia del relato desencadenada por el giro final, provengan en buena medida de los severos recortes de metraje aplicados desde la producción a resultas del taquillazo veraniego de Desafío total (1990), estrenada en
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Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas / Trailer de cine. Formato: Pal 1.85:1. Idiomas: Castellano, Inglés, Francés, Italiano, Checo y Húngaro. Subtítulos: Inglés, Árabe, Búlgaro, Croata, Danés, Holandés, Finlandés, Francés, Griego, Islandés, Noruego, Portugués, Polaco, Sueco e Inglés para sordos. Duración: 91 mn. Distribuidora: Paramount. |
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