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... Y la nave va
E la nave va
     
    Director (es) : Federico Fellini
    Año : 1983
    País (es) : USA
    Género : Fantástica
    Compañía productora : RAI/Vides/Gaumont
    Productor (es) : Franco Cristaldi
    Productor (es) asociado (s) : Aldo Nemmi
    Compañía distribuidora : CB Films
    Guionista (s) : Federico Fellini, Tonino Guerra
    Fotografía : Giuseppe Rotunno, en Eastmancolor
    Diseño de producción : Dante Ferretti
    Director (es) artistico (s) : Nazzareno Piana, Massimo Razzi
    Coreografía : Leonetta Bentivoglio
    Decorados : Massimo Tavazzi, Francesca Lo Schavio
    Vestuario : Maurizio Milenotti, Mario Russo
    Maquillaje : Rino Carboni
    Música : Gianfranco Plenizio
    Montaje : Ruggero Mastroianni
    Sonido : Fabio Ancillai, Piero Vendittelli
    Efectos especiales : Adriano Pischutta
    Ayudante (s) de dirección : Giovanni Arduini, Thierry Nashon
    Duración : 132 mn
   
     
    Freddie Jones
Barbara Jefford
Victor Poletti
Peter Cellier
Elisa Mainardi
Norma West
Paolo Paolini
Sarah-Jane Varley
Fiorenzo Serra
Pina Bausch
Pasquale Zito
Linda Polan
   
   
    En 1914, el transatlántico Gloria N. zarpa con destino a la isla de Erimo para cumplir la última voluntad de la soprano Edmea Tetua: esparcir al viento sus cenizas sobre las costas de su tierra natal. A bordo viajan compañeros de profesión y admiradores de la fallecida estrella dispuestos a rendirle el adiós definitivo. El ambiente es refinado y elegante, compuesto por gente de la alta sociedad, especialmente intérpretes de ópera y amantes de la música clásica. Sin embargo, el asesinato del Archiduque de Austria en Sarajevo y el consecuente estallido de la Primera Guerra Mundial dificultarán la apacible travesía del barco por las aguas del Adriático, ocasionando el naufragio de la tripulación en medio de la ceremonia.
   
   
   

OPERA BUFA EN ALTA MAR
 
Por Carlos Giménez Soria
Cuatro años después de la fría acogida crítica dispensada a La ciudad de las mujeres (1979), Federico Fellini rodó uno de sus más hermosos films testamentarios: ...Y la nave va. Filmada íntegramente en escenarios y decorados de los estudios Cinecittà, la película se centra en la inmersión en alta mar de las cenizas de una célebre cantante, que después de ser adulada en vida es glorificada hasta el infinito después de su muerte. Esta premisa argumental permitió al realizador italiano desarrollar una brillante escenografía —en colaboración con el diseñador Dante Ferretti— dentro de los relativamente amplios confines de un transatlántico, desplegando así todo su lirismo creativo.
Esta aventura marítima se inicia como una declaración de amor al Séptimo Arte. El prólogo es un auténtico homenaje a la evolución técnica del medio cinematográfico. Y la nave va arranca con el aspecto de un obra del periodo silente, con sus primeras imágenes fotografiadas en un añejo blanco y negro, y simultáneamente presididas por una falta absoluta de sonido. Las intervenciones orales van mostrándose, poco a poco, a modo de textos escritos sobre rótulos insertados en medio del montaje. Progresivamente, los efectos de sonido van efectuando su aparición y la textura del celuloide se vuelve cada vez más nítida. Después de realizar su entrada un suave acompañamiento musical al piano, el canal sonoro se añade definitivamente a la narración y, con él, se introduce la voz hablada de los protagonistas de la historia. El colofón a este melancólico prefacio se lleva a cabo a través de la incorporación de la imagen en color. Con este ingenioso mecanismo narrativo, Fellini exhibe el temperamento preeminentemente sensible y nostálgico de su película.
   El universo imaginativo y onírico del autor de Amarcord (1973) aparece representado por medio de una galería de extravagantes personajes que componen el séquito que custodia las exequias de la famosa soprano desaparecida. De entre todos ellos, sobresale la figura neutral de Orlando (Freddie Jones), un periodista que ejerce la función de narrador fílmico dirigiendo sus explicaciones directamente al espectador. A través de sus palabras, el público va conociendo las excentricidades y los sueños de cada uno de los tripulantes del barco. Del mismo modo, una hábil mezcla de fantasía y realidad preside los postulados estéticos de la obra cinematográfica del maestro italiano, a través de la irrupción de elementos poéticos y ficticios dentro de un contexto conflictivo como el de la Primera Guerra Mundial. A tal efecto, cabe citar la secuencia de la hipnotización de la gallina o el número musical efectuado por tres músicos ancianos que emplean botellas, copas y otros objetos de cristal para interpretar una pieza musical de Schubert. Son momentos mágicos que describen excelentemente la inimitable sensibilidad artística de Federico Fellini, cuya singular creatividad ha definido un estilo fílmico absolutamente insólito y reconocible al mismo tiempo. Aún así, este genial cineasta recurre en ocasiones a detalles escatológicos —como la escena de la gastroenteritis del rinoceronte que viaja a bordo del barco— para dar rienda suelta a su gusto por el esperpento y la desdramatización.
   Con todo, su melancólica representación de un mundo en extinción potencia con mayor vehemencia el carácter testamentario de esta delicada y magistral pieza, a la vez que muestra como la oposición entre lo bello y lo grotesco también se da cita en este agridulce melodrama. Por un lado, se exalta la espontánea alegría generada por un grupo de refugiados serbios que lleva a cabo un baile en la cubierta del transatlántico. En contraposición directa a esta secuencia, aflora una amarga crítica hacia un sector de los miembros que forman parte del cortejo fúnebre: los falsos aduladores que, desde una perspectiva decadente, envidian el dichoso pasado de la difunta soprano.
    En resumidas cuentas, Y la nave va es, según palabras del propio Fellini, «un viaje por mar para cumplir un ritual que pone de manifiesto una intensa nostalgia por algo que ya no existe». La emergencia de un pasado —idealizado y caricaturizado a la vez— configura la estructura interna de un film emotivo y triste, con dosis equiparables de nostalgia y belleza, de temática argumental sencilla pero barroca concepción visual. La secuencia final es especialmente significativa para comprender el talante artístico del realizador italiano. Tras más de dos horas de metraje, Federico Fellini compone un largo plano en travelling que muestra el artificio escénico de toda la ficción que hemos presenciado, mostrando finalmente su propia figura sentada detrás de la cámara. De este modo, su autor describe el cine como artilugio creador de sueños y se destaca sí mismo como artífice de un mundo de fantasía poética inequívocamente personal e inigualable. Un testamento fílmico que se adelantó diez años al fallecimiento del desaparecido maestro y marcó el espíritu revisionista de sus tres últimas obras: Ginger y Fred (1986), Entrevista (1987) y La voz de la luna (1990).•
   
     
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Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato:  4:3. Idiomas:   Castellano e Italiano. Subtítulos: Castellano. Duración: 132 mn. Distribuidora:  Ida Films. Fecha de lanzamiento: 23 de marzo de 2011. 
   
   
     
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... E LA NAVE VA (1983)        
Gianfranco Plenizio
Milan Records CDFMC-3, 1987. Duración: 36: 05.
   
       
   

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