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Ivanhoe
Ivanhoe
     
    Director (es) : Richard Thorpe
    Año : 1952
    País (es) : USA
    Género : Aventuras-Drama romántico
    Compañía productora : Metro-Goldwyn-Mayer
    Productor (es) : Pandro S. Berman
    Compañía distribuidora : Metro-Goldwyn-Mayer Espańola
    Guionista (s) : Noel Langley
    Guión basado en : en la novela homónima de Sir Walter Scott
    Fotografía : Frederick A. en Technicolor
    Director (es) artistico (s) : Alfred Junge
    Vestuario : Roger Furse
    Maquillaje : Charles E. Parker
    Música : Miklós Rózsa
    Montaje : Frank Clarke
    Sonido : A. W. Watkins
    Duración : 106 mn
   
     
    Elizabeth Taylor
Joan Fontaine
George Sanders
Robert Taylor
Emlyn Williams
Robert Douglas
Finlay Currie
Felix Aylmer
Francis DeWolff
Guy Rolfe
   
   
    Siglo XII. Cuando el caballero sajón Wilfred de Ivanhoe regresaba de las cruzadas, se encontraba con Inglaterra bajo el dominio normando. Entonces se requieren los servicios del rico judío Isaac de York para poder pagar el rescate del rey Ricardo, preso en Austria. Cuando Ivanhoe era encarcelado por el príncipe John en el castillo de Torquilstone, los seguidores de Robin de Locksley asediaban la fortaleza liberando a Ivanhoe. Finalmente Ricardo recuperaba el trono e Yvanhoe volvía a los brazos de su antigua amante, Rowena.
   
   
   
COMENTARIO  (Por Joaquín Vallet Rodrigo): Posiblemente, no sea Richard Thorpe el cineasta más reconocido o respetado del período clásico estadounidense. De hecho, no suele ser un nombre que posea especial valoración y suele quedar, generalmente, en un segundo término en relación a otros colegas coetáneos suyos. No obstante, Thorpe es el autor de cuatro espléndidas películas de la saga de Tarzán realizada en la Metro, La fuga de Tarzán (1936), Tarzán y su hijo (1939), El tesoro de Tarzán (1941) y Tarzán en Nueva York (1942), y una serie de excepcionales films de aventuras a lo largo de buena parte de los años cincuenta, la mayoría de ellos protagonizados por Robert Taylor (Ivanhoe entre ellos), que se cuentan entre lo mejor del género y de los que sobresale la sublime El prisionero de Zenda (1952). Entre ellas, piezas tan notables como Above suspicion (1943), un thriller de espionaje magníficamente realizado, o El gran Caruso (1951), una película maravillosa en la que da rienda suelta al particular estilo estético de los estudios. Que un cineasta con una filmografía de este calibre continúe sin ser valorado como justamente se merece sólo se puede explicar ateniéndonos al período en el que llevó a cabo su carrera, rebosante de excepcionales creadores y donde una figura tan competente puede pasar casi desapercibida debido la (tan injusta como, en el fondo, inevitable) labor comparativa.    
   Pero, centrándonos de lleno en Ivanhoe, Thorpe demuestra unas cualidades verdaderamente únicas para el tratamiento del ritmo y la creación de un film que combina, con una destreza admirable, la emoción por la aventura absoluta con un contenido para nada superficial y sí muy medido con el fin de que la infinidad de temas que se plantean en la película lleguen con la mayor sencillez posible al espectador. Adaptación modélica de la novela de Walter Scott, se incide de manera diáfana en aspectos como la lucha contra la tiranía y la persecución de los judíos, algo que trasciende las letras de base creadas por el escritor escocés para proponer una revisión de un traumático momento histórico recientemente vivido como es la Segunda Guerra Mundial. De igual manera, el hecho de que en el guión colaborara originalmente Marguerite Roberts y que ésta acabara formando parte de las lamentables «listas negras» del Comité de Actividades Antiamericanas, puede inclinar el film hacia el sentido metafórico mostrando la indefensión de una minoría (judíos o, dentro de la coyuntura del año de realización del film, simpatizantes o miembros de partidos de izquierda) ante la despótica potestad de un gobierno que no tolera sus ideales. Ello, en el fondo, amplifica, quizá inconscientemente aunque, desde luego, de manera muy poderosa el mensaje de Ivanhoe haciéndolo de todo punto intemporal.
   Pero, antetodo, Ivanhoe es una película que transmite la esencia del clasicismo desde sus mismos posicionamientos internos, es decir, exhalando un encanto difícilmente descriptible y unas maneras cinematográfica prodigiosas en su perfección. Muestra palpable de las infinitas virtudes del período al que pertenece, esta obra maestra de Richard Thorpe define, por sí misma, la palabra Cine.
   
     
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Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato: 1: 37:1. Idiomas:  Castellano e Inglés. Duración: 106 mn. Distribuidora: Impulso Records. Fecha de lanzamiento: 24 de julio de 2008. 
   
     
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Editorial: Edhasa.
Colección: Biblioteca de la aventura.
Autor: Sir Walter Scott.
Fecha de publicación: octubre de 2007.
592 pp. 17,5 x 24,5 cm. Tapa dura (sobrecubierta).
Iustraciones de Jordi Vila. 
 
COMENTARIO (Por Frederic Soldevila): Autor de clásicos de la literatura inglesa y escocesa, Walter Scott (1771-1832) fue un prolífico escritor de novelas históricas, entre las que se cuentan, entre otras, The Lady of the Lake (1810), El anticuario (1816), Rob Roy (1818), Quintín Durward (1923) y la más famosa de todas, Ivanhoe, lo que no le evitó pasar de ser uno de los novelistas más populares del siglo XIX a sufrir un desastroso declive en su popularidad después de la primera guerra mundial. El motivo de tal apreciación podemos encontrarlo tanto en los feroces ataques que sufrió de otros escritores, como E.M. Forster, como el creciente aprecio que experimentaban otros autores como Jane Austen. Sin embargo, a pesar de las muchas carencias de Scott (pesadez, falta de humor, extensión de sus obras…), podemos decir sin temor a equivocarnos que con Scott nace la novela histórica moderna, contribuyendo a la reinvención de la cultura escocesa, que provocó que surgieran un gran número de imitadores; sin ir más lejos en España mismo, con las figuras de José de Espronceda, en Sancho Saldaña (1834) o Ramón Pérez Soler, y su Los bandos de Castilla (1839). Aunque era poco apreciado por los modernistas, la sensiblidad posmoderna ha alabado algunas de sus virtudes (narrativa discontinua e introducción de la primera persona en sus obras), hasta situarlo como un innovador importante en su parcela, poniendo la novela histórica como un vehículo ideal para inventar la cultura, historia e identidad nacional., novela que Edhasa ha sacado al mercado en su magnífica colección Biblioteca de la aventura, parte del gran conocimiento que tenía Scott de las baladas y leyendas medievales y renacentistas. Luchas entre valerosos caballeros, amores apasionados e imposibles, traiciones protagonizadas por los peores villanos, cruzadas religiosas …elementos a los que Scott supo dar forma en Ivanhoe, publicado en 1820, que está considera como la mejor novela de Walter Scott. Situada en la convulsa Inglaterra del siglo XII, nos narra las aventuras del caballero sir Wilfred de Ivanhoe para rescatar al monarca de Inglaterra Ricardo I, preso en tierras austríacas. Ivanhoe es un caballero sajón, antiguo compañero del Rey en las cruzadas y que se hace apodar el caballero desdichado, ya que ha sido desheredado por su padre, desposeído de sus tierras y deshonrado. Intenta por todos los medios conseguir el dinero para el rescate. Como telón de fondo, la lucha encarnizada entre dos pueblos antiguamente hermanados, el sajón y el normando, que confían en la intención de Ricardo I de unirlos para siempre bajo la misma corona. Para ello tendrán que enfrentarse a Juan sin Tierra, el hermano traidor del Rey, ahora aliado de Felipe de Francia, que hará todo lo posible para que Ricardo no salga de su cautiverio de Austria. La voluntad de Ricardo Corazón de León por unir a los sajones y a los normandos bajo una misma corona no es compartida por su hermano Juan, que está más de acuerdo con los deseos de los franceses y no facilitará el retorno de Ricardo al trono.
Ivanhoe
Los duelos entre caballeros por ofensas al honor, los entresijos de la corte y todo un recorrido por la vida popular y aristocrática de la época hicieron de la novela una de la más populares y quizás la más completa de la época. El mítico arquero Robin de Locksley, más conocido como Robin Hood, es otro de los personajes que ayudará al valeroso Ivanhoe a lograr sus propósitos. El imprescindible tono amoroso y romántico lo da el debate en que se enfrenta el héroe por el amor de Rebecca de York, una joven hebrea a la que él salva de un malvado templario, y por otra parte la distinguida y aristocrática lady Rowena, una ahijada de su padre, Sir Cedric, y la última descendiente de la realeza sajona.
 
La versión de Richard Thope
 
La película da comienzo con una breve explicación para situar al espectador en el contexto histórico: estamos en el siglo XII, cuando la tercera cruzada para liberar tierra santa se estaba a punto de llevar a cabo, el caballero sajón Wilfred de Ivanhoe decidió comenzar su cruzada particular. El Rey de Inglaterra, Ricardo corazón de León, había desaparecido, estallando un conflicto entre sajones y normandos. Ivanhose lo busca en Austria, donde el duque Leopoldo lo tiene cautivo. El príncipe Juan se niega a pagar el rescate de ciento cincuenta mil marcos de plata y conspira con caballeros normandos para hacerse con el trono.
En la película de 1952, considerada un clásico del cine de aventuras, se elide todo conocimiento de la alianza que Juan, hermano de Ricardo, ha establecido con el duque de Austria y con los franceses, para pasar a la aventura tal como la entendía el technicolor de la Metro de los años 50. Es por ello que nos encontramos con una bella fotografía, unos decorados atractivos, que otorgan un visible cromatismo y naturalismo a los diversos encuentros entre normandos y sajones. Gran parte del mérito, sin duda, se lo lleva la bella plasmación de los espacios naturales, fotografiadas por Freddie Young (su rodaje se llevó a cabo en parajes naturales de Inglaterra, dotando al filme de un adecuado tratamiento del color).
A Robert Taylor, que interpretra a Ivanhoe, por una vez le sienta a la perfección su hieratismo interpretativo y puede conferir el adecuado tono triste y torturado a su personaje, repudiado por su padre y alejado de su amor en su afán por encontrar a Ricardo. Cercano al caballero errante de las novelas de caballerías (tiene incluso un gracioso escudero llamado Wamba), es tenido por muerto por los normandos (creen que murió luchando por Ricardo en tierra santa), y es hechizado no sólo por una hermosa dama, si no por dos, Rebeca de York, la de los ojos oscuros soñadores (Elizabeth Taylor), y Rowena, la majestuosa princesa sajona, (Joan Fontaine). Como contraste a esta romántica fiesta, George Sanders es el maligno De Bois Guibert, mortal enemigo de Ivanhoe y su constante amenaza.
Ivanhoe es una película suntuosa y dramática, con una acción continua y vigorosa, que no decae en ningún momento, presentada con evidente buen gusto y contiene una de las más espectaculares escenas de combate jamás filmada, el asedio al castillo en el cual está retenido Ivanhoe y su padre. El género de aventuras medievales alcanza una de sus cimas con esta brillante producción de Richard Thorpe. •
   
   
     
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IVANHOE (1952)
Miklós Rózsa

Rhino Handmade RHM2 7772, 2002.

   
       
   

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