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La pradera sin ley Man Without a Star |
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Director (es) : King Vidor | ||||||||||||
Año : 1955 | ||||||||||||
País (es) : USA | ||||||||||||
Género : Western | ||||||||||||
Compañía productora : Universal Pictures | ||||||||||||
Productor (es) : Aaron Rosenberg | ||||||||||||
Compañía distribuidora : C. E. A. Distribución S. A. | ||||||||||||
Guionista (s) : Borden Chase, D. D. Beauchamp | ||||||||||||
Guión basado en : la novela homónima de Dee Linford | ||||||||||||
Fotografía : Russell Metty en Technicolor | ||||||||||||
Director (es) artistico (s) : Alexander Golitzen, Richard H. Riedel | ||||||||||||
Decorados : John P. Austin, Russell A. Gausman | ||||||||||||
Maquillaje : Bud Westmore | ||||||||||||
Música : Joseph Gerhenson | ||||||||||||
Montaje : Virgil Vogel | ||||||||||||
Sonido : Leslie I. Carey, Joe Lapis | ||||||||||||
Ayudante (s) de dirección : Frank Shaw | ||||||||||||
Duración : 89 mn | ||||||||||||
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Jeanne Crain
Claire Trevor Kirk Douglas Jay C. Flippen Richard Boone Mara Corday Myrna Hansen Eddie Waller Frank Chase |
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El aventurero Dempsey Rae viaja como polizón en un tren de mercancias y después de la captura de un asesino debe regatear con un sheriff por su recompensa. Más tarde, el solitario cowboy empiezaa trabajar junto al inexperto joven Jeff Jimson en el rancho Triangle, propiedad de una poderosa mujer, Reed Bowman. El espíritu libre de Dempsey choca con la rebeldia del joven aprendiz y se enfrenta a la ambiciosa mujer que ha empezado a poner cerco a sus propiedades con alambres de espino. Esta protección causa la muerte de su hermano menor y ahora Dempsey se ve comprometido a organizar una pequeña banda de pistoleros para ayudar a los pequeños propietarios frente a la ambición de los nuevos colonos. | ||||||||||||
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ALAMBRE DE ESPINO Por Tomás Fernández Valenti
No anda errado Javier Coma en sus apreciaciones en torno al film titulado en España La pradera sin ley cuando afirma que «en sus muy notorios aspectos “Man Without A Star” correspondió a las mentalidades de Aaron Rosenberg (su productor) y Borden Chase (su guionista) y pudo por ello recordar los films de Anthony Mann con intervención de este dúo; incluso fue repudiado por King Vidor [su realizador], quien se consideró excesivamente maniatado por productor y guión. Pero el propio Chase comentaría que Vidor había dado un sentido personal al film mediante su creativa puesta en escena. Y parece que dio fruto la tendencia del principal actor, Kirk Douglas, a imponer sus ideas al realizador, puesto que cabe
![]() Nueva demostración junto con Northwest Passage y Duelo al sol, por ceñirnos a sus films analizados en este volumen, de la maestría de King Vidor a la hora de amoldarse a cualquier género y, sobre todo, a las más rígidas condiciones de producción, extrayendo a pesar de ello, o quién sabe si como consecuencia de esa misma presión, una obra maestra absolutamente personal, La pradera sin ley tiene todo el vigor narrativo de las grandes películas de su autor a las cuales añade, si cabe, una notable modernidad. El gran desfile (1925), …Y el mundo marcha (1928), El manantial (1949) o Guerra y paz (1954) son films cuyo alcance y contenido son y nos atreveríamos a afirmar que serán siempre universales. Pero hay en La pradera sin ley un carácter de urgencia pocas veces perceptible en la filmografía de su director, salvo probablemente en Aleluya (1929) o en Japanese War Bride (1952), respectivos alegatos contra el racismo rodados para dar voz a los negros en los albores del sonoro y para denunciar la intolerancia racial de la clase media norteamericana. Mas a diferencia de estos dos títulos, La pradera sin ley no se inscribe tan abiertamente dentro de la temática social (aunque al final sea, también, un film social), sino que su velada intención es poner en cuestión muchas de las convenciones del western y apuntalar con decisión los nuevos caminos emprendidos por el género en los cincuenta.
Como sus mejores obras, La pradera sin ley vuelve a ser una digresión sobre la confrontación entre el individualismo a ultranza de su protagonista y el imparable avance de la civilización y el progreso, si bien al contrario que el personaje central de El manantial, y por tanto de una forma más cercana al viejo McAnles de Duelo al sol o al Pierre de Guerra y paz, el Dempsey Rae encarnado por Kirk Douglas será mostrado como alguien contrario a una determinada forma de civilización pero que al final acabará aceptándola, y no porque cambie de opinión al respecto, sino
![]() Sin embargo, a medida que avanza el relato, el retrato de Dempsey se va tiñendo de turbiedad: no sólo por un hecho del pasado que le atormenta (otra característica habitual de los personajes encarnados Douglas), sino sobre todo por el peso del entorno que le rodea, y que parece invitarle a comportarse como se comporta. Hay algo inquietante en su manera de enseñarle a disparar al joven Jeff o su dureza a la hora de resolver cualquier situación violenta que se presenta: en todo momento se tiene la sensación que la línea que separa al personaje de la ilegalidad es muy delgada. Cuando él y Jeff consiguen trabajo como vaqueros en un importante rancho de la localidad que regenta la atractiva Reed Bowman (Jeanne Crain), no tarda en surgir entre Dempsey y esta última una inmediata tensión sexual que el protagonista aprovecha en su propio beneficio, logrando que Reed le nombre su ayudante personal a cambio de sus atenciones amorosas. Más aún: Dempsey está herido, en cuerpo y alma, por un alambre de espino, consecuencia de un altercado que ahora amenaza con repetirse, pero al final deberá tragarse su odio hacia ese antipático instrumento y acabará colocándolo él mismo, consciente de que el alambre de espino será capaz de evitar males mayores. Buena parte del interés de
![]() De este modo, lo que empieza siendo la aventura individual de un solitario acaba derivando, sin perder del todo esa perspectiva, en un retrato social del Far West. No faltan al respecto numerosos detalles en torno al avance civilizador en el Salvaje Oeste, en ocasiones mostrados incluso con humor (véase el divertido suspense que se forma alrededor del misterioso objeto que Reed esconde en sus habitaciones: una bañera), pero en cualquier caso prevalece una visión sobria y violenta de las transformaciones que sufrió la nación entera en esa lucha convulsiva entre salvajismo y orden, entre individualismo y civilización. Tanto es así que personajes como Idonee (Claire Trevor), la dueña del burdel local y vieja conocida de Dempsey, y Steve Miles (Richard Boone), el nuevo capataz de Reed que acabará enfrentándose con el protagonista (en una memorable pelea cuyo punto culminante se produce… ante una valla de alambre de espino), integran con los demás una suerte de fresco sociológico que tiene la virtud de estar mostrado, en todo momento, con la ligereza de un sencillo (que no simple) relato de acción en el cada plano no dura nunca más allá de lo estrictamente necesario.• |
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Características DVD: Menús interactivos / Acceso directo a escenas / Biofilmografía del Director y del reparto / Galería fotográfica / Ficha técnica y Ficha artística / Sinopsis. Formato: 1.33:1, 4:3. Idiomas: Castellano e Inglés. Subtítulos: Castellano. Duración: 89 mn. Distribuidora: Sherlock Home Video.
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