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Buffalo Bill
The Plainsman
     
    Director (es) : Cecil B. De Mille
    Año : 1936
    País (es) : USA
    Género : Aventuras
    Compañía productora : Paramount Pictures
    Productor (es) : Cecil B. De Mille
    Guionista (s) : Waldemar Young, Lynn Riggs, Harold Lamb
    Guión basado en : en relatos de Courtney Tyley Cooper y en Wild Bill Hickok de Frank Wilstach
    Director (es) artistico (s) : Roland Anderson, Hans Dreier
    Decorados : Natalie Visart, Joe De Young, Dwight Franklin
    Vestuario : Natalie Visart, Joe De Young, Dwight Franklin
    Música : Boris Morros
    Montaje : Anne Bauchens
    Sonido : Harry Lindgren, Louis Mesenkop
    Duración : 113 mn
   
     
    Jean Arthur
Gary Cooper
Anthony Quinn
James Ellison
Charles Bickford
Helen Burgess
Porter Hall
Paul Harvey
Victor Varconi
John Miljan
   
   
    Después de la guerra civil, unos traficantes de armas planean vender rifles de repetición a los indios a través de John Lattimer, un hombre sin escrúpulos. Mientras, Wild Bill Hickock se entera, a través de un explorador herido, de que los indios han atacado una guarnición cercana, e informa de estas noticias al general Custer. Éste envía inmediatamenta a Buffalo Bill Cody con un tren cargado de armas para la guarnición. Hickok es enviado a parlamentar con Mano Amarilla, el jefe de los cheyennes, pero por el camino, ve cómo Calamity Jane está siendo capturada por los indios y acude en su ayuda. En el campamento de Mano Amarilla, Hickok es torturado porque no quiere dar información acerca del tren...
   
   
   

EN EL TERRITORIO DE LO MÍTICO
 
Por Tomás Fernández Valenti
Este western de Cecil B. DeMille, por lo demás modélico, fue uno de los primeros ejemplos de manipulación de que fueron objeto en nuestro país otros grandes exponentes del género, como Colorado Jim (1953), de Anthony Mann, o Yuma (1957), de Samuel Fuller: su título original, The Plainsman («El llanero»), nada tiene que ver con los que tuvo en España, Buffalo Bill o también Una aventura de Buffalo Bill, lo cual provoca un comprensible error por dar a entender que su protagonismo recae en ese famoso personaje, encarnado en el film por James Ellison, siendo así que su verdadero protagonista es otra figura del Far West no menos célebre, Wild Bill Hickock, interpretado por Gary Cooper. Por lo demás, Buffalo Bill es uno de los grandes westerns de los treinta y un buen ejemplo del papel determinante de DeMille en la evolución del género.
La definición académica de leyenda se refiere a ella como relación de sucesos que tienen más de maravillosos que de históricos o verdaderos, mientras que la de mito lo hace como relato o conjunto de elementos narrativos en que se expresan, e implícitamente se simbolizan, determinados aspectos profundos de la existencia humana y transhumana. Desde este punto de vista, y por más que a simple vista la película de DeMille pueda parecer una digresión sobre la leyenda de Wild Bill Hickock y Buffalo Bill, su sentido más profundo lo hallamos en el territorio de lo mítico, puesto que no sólo los mencionados, sino otros personajes «de leyenda» del Far West como Calamity Jane (Jean Arthur), el general Custer (John Miljan) o hasta el mismísimo presidente Abraham Lincoln (Frank McGlynn Sr.) son presentados como si fueran mitos.
    Una de sus primeras secuencias, en la que Lincoln conversa con sus colaboradores una vez finalizada la guerra de Secesión y, ante la perspectiva de los problemas económicos que asolan la nación, propone como solución el inicio de lo que será «la conquista del Oeste», es ilustrativa tanto del descarado sentido didáctico del realizador como, al mismo tiempo, de su imaginativo sentido de la puesta en escena: la situación, en sí misma considerada, resulta risible dada su mirada simplona sobre hechos y personajes históricos (con Lincoln diciendo en voz alta aquello por lo cual será-siempre-recordado), pero a la vez atesora un excelente momento de cine: el presidente abandona la reunión diciendo a sus colegas que esa misma noche tiene que ir al teatro con su esposa; en ese preciso instante, la música incluye unas notas que sugieren amenaza; la reunión entre los asesores presidenciales continúa; uno de ellos, como medida de reducción del excedente de rifles de repetición que ha dejado la guerra, expone la idea de vendérselos a los indios (detalle histórico, por lo demás, rigurosamente cierto); de repente, un vocerío desde la calle interrumpe la reunión: Lincoln ha sido asesinado.
Que una película se atreva a mezclar con toda la tranquilidad del mundo (o la desfachatez, según se mire) tantos personajes históricos en una trama aventurera con toques amorosos es algo que responde, en bruto, al estilo de DeMille. Pero su principal virtud reside en que en ningún momento disimula su condición de pastiche, antes al contrario la potencia, sacándole el máximo partido. El guión, urdido por Waldemar Young, Harold Lamb y Lynn Riggs a partir de una biografía homónima de Wild Bill Hickock, escrita por Frank J. Wilstach, y el relato «The Prince of the Pistoleers», de Courtney Riley Cooper y Grover Jones, incluye astutamente unos rótulos al principio y al final del film que advierten al espectador de la perspectiva no histórica del relato y marcan, de este modo, una distancia.
    Coherente con este planteamiento, la acción de Buffalo Bill tiene ese gozoso toque entre moralista y humorístico característico del mejor DeMille. Pocos cineastas de su época habrían tenido tanta gracia a la hora de plantear y, sobre todo, resolver una secuencia como aquélla en la que Hickock se reencuentra con su amigo Bill por las calles del pueblo, descubriendo que este último ha «sentado la cabeza» casándose con Louisa (Helen Burgess), lo cual convierte a Bill en objeto de sus burlas; cómo, a continuación, es el propio Hickock quien se ve acosado por Calamity Jane, a la que reencuentra también por casualidad (la joven es la conductora de la diligencia que conducirá a Bill y su esposa hasta su nuevo hogar); de qué manera mira Jane a Louisa, creyéndola una de las numerosas amantes de Hickock, hasta que descubre que es la mujer de Bill (una situación equívoca muy del gusto del director); y cómo un juego con un látigo blandido por Jane se convierte en toda una declaración de amor de la impetuosa muchacha hacia ese pistolero al que todos temen pero nadie puede poseer.
Del mismo modo que luego hará en su posterior Unión Pacífico (acaso con más rigor y fuerza dramática), DeMille muestra un singular respeto hacia los indios, a los que presenta como guerreros temibles y sanguinarios, pero también como a personas que reaccionan violentamente ante los abusos de ciertos blancos que, como el hombre de negocios Jack McCall (Porter Hall) o el pistolero sin escrúpulos John Latimer (Charles Bickford), contratados para venderles rifles y fomentar la animadversión hacia ellos, tan sólo pretenden enriquecerse a su costa: para un moralista católico como DeMille, no hay nada peor que el hombre que renuncia a sus principios morales y éticos, que vende su alma, a cambio de dinero. También merece reseñarse el grado de tensión que consigue crear el cineasta con elementos tan sencillos como eficaces: la secuencia en la que Hickock descubre a un jugador de póker haciendo trampas, y su forma de prolongar la partida hasta el final para que el tramposo quede en evidencia delante de todo el mundo; el momento en que Calamity Jane, vestida «de mujer» con una ropa que le ha prestado Louisa, hace frente a los pieles rojas que irrumpen en la cabaña de Bill, y les distrae mientras Louisa huye por detrás a caballo; la secuencia del ataque de los indios a las últimas tropas de Custer, excelente por su utilización dramática del sonido (hay un detalle realmente genial: los supervivientes, al límite de sus fuerzas, oyen a lo lejos una corneta de la caballería y, en su delirio, creen que la tocan sus compañeros muertos, llamándoles para que se reúnan con ellos en el más allá; en realidad, es la caballería que se presenta para ayudarles en el último momento); o la patética resolución del relato, con Hickock asesinado a traición por McCall y muriendo en brazos de Calamity Jane.•           
   
       
   

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