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Las sandalias del pescador The Shoes of the Fisherman |
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Director (es) : Michael Anderson | ||||||||||||
Año : 1968 | ||||||||||||
País (es) : USA | ||||||||||||
Género : Drama | ||||||||||||
Compañía productora : Metro-Goldwyn-Mayer | ||||||||||||
Productor (es) : George Englund | ||||||||||||
Guionista (s) : James Kennaway, John Patrick | ||||||||||||
Guión basado en : basado en la novela homónima de Morris L. West | ||||||||||||
Fotografía : Erwin Hillier en Metrocolor | ||||||||||||
Director (es) artistico (s) : Edward C. Carfagno, George W. Davis | ||||||||||||
Vestuario : Orietta Nasalli-Rocca | ||||||||||||
Maquillaje : Amato Garbini | ||||||||||||
Música : Alex North | ||||||||||||
Montaje : Ernest Walter | ||||||||||||
Sonido : Kurt Doubrowsky | ||||||||||||
Ayudante (s) de dirección : Tony Brandt | ||||||||||||
Duración : 162 mn | ||||||||||||
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Anthony Quinn
Vittorio De Sica Oskar Werner Sir John Gielgud Sir Laurence Olivier Barbara Jefford Rosemary Dexter David Janssen Leo McKern Frank Finlay Burt Kwouk Arnoldo Foŕ |
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Durante los tiempos de la Guerra Fría, el poder eclesiástico trata de jugar sus bazas frente a los cambios que se producen en el mapa a nivel geoestratégico. Avalado por el Primer Ministro Soviético Piotr Lylich Kamenev, el arzobispo Kiril Lakota viaja hasta Roma con la intención de establecer un equilibrio de poderes entre el bloque del Este y Occidente en la cúpula del Vaticano. Para quien había pasado veinte años como prisionero de guerra en Siberia, su ascenso a la categoría de Cardenal representa para Kiril Lakota un privilegio que no puede rechazar. Al tiempo que ejerce de Cardenal, el padre Telemond, el jesuita que ayudó a promocionar el ascenso del ex preso soviético, pasa a hacerse cargo de la Comisión del Pontificado, órgano que en los últimos años había presidido el Cardenal Leone, situado en el ala más conservadora de la curia romana. Pero los acontecimientos en el seno del Vaticano se precipitan cuando se anuncia el fallecimiento del Papa a causa de un ataque al corazón. Recluidos en el cónclave, más de un centenar de cardenales deben escoger al nuevo Papa, coincidiendo con las maniobras que China lleva a cabo en la frontera con Mongolia y la India. Aunque, a priori, Kiril Lakota no cuenta en las apuestas para ser Papa, los cambios que se están produciendo a nivel sociopolítico pueden situarlo en lo más alto del organigrama del Vaticano. Una vez elegido Papa con el nombre de Kiril I, el Primer Ministro Kamenev le invita a que medie en la crisis suscitada con China. | ||||||||||||
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SU MAJESTAD KIRL I Por Lluis Nasarre
Rinaldi: «Camina usted por una cuerda floja moral».
Lakota: «Todos lo hacemos, es el tributo a la condición humana».
Las sandalias del pescador
Michael Anderson: un director todoterreno
La carrera de Michael Anderson abarca más de sesenta años. Natural de Londres, Anderson provenía de una familia adherida al mundo del teatro. Factor que contribuyó para iniciar su andadura cinematográfica a finales de los 30 llegando también a intervenir (labores de producción incluidas) como actor en Sangre, sudor y lágrimas (1942). No obstante si por alguna cosa es reconocido Michael Anderson es por su faceta de director. Labor que se inicia en 1949 con Private Angelo con el concurso actoral
![]() Tocando el cielo: La adaptación de Las sandalias del pescador
La novela Las sandalias del pescador vió la luz en 1963. Merced a este título, su autor, el australiano Morris West, profundamente religioso pero escéptico respecto a las reformas que pudieran darse en el seno de la Iglesia Católica, llegó a afirmar que el Vaticano no cambia porque es una corte, una organización, la última reliquia de una Iglesia imperial que no tiene nada que ver con la gente. Afirmación su
![]() El film de Anderson deviene un atinado ejercicio de productora cuyos créditos ya nos anuncian sus modos. Incorpora imágenes del interior de la Ciudad del Vaticano intercalándolas con escenas de la hemeroteca y otras rodadas en lugares relevantes e históricos dramatizándolo mediante la espléndida partitura de Alex North. De salida, Las sandalias del pescador deviene un festín visual y sonoro. No obstante, tras ese envoltorio formal, otros aspectos, de un matiz más especulativo, conforman la película. Entre ellos, desfilaran cuestiones de fe, de justicia social y el papel que debe jugar la Iglesia Católica en una época en que el mundo se encuentra en constante evolución. Aspectos originarios de la novela de West y que tanto John Patrick como James Kennaway, a la sazón guionistas del film, diseñan para una película de más de ciento cincuenta minutos de duración en la que, en medio de la Guerra Fría, un ruso (ucraniano realmente) se convierte en Papa. Un hombre que, cuando era obispo, fue confinado por sus ideas en un gulag siberiano hasta que el primer ministro soviético le reclama en Moscú al cabo de muchos años. Ambos hombres se conocen de antiguo y el político retiene cierto sentimiento de admiración y escepticismo versus el religioso, al que le impele que, en ese juego que se va a jugar a partir de ese momento, ya como hombre libre, opte por convertirse en un simple peón y que no forme parte de ningún acuerdo relevante. Sin embargo pronto descubrimos que las motivaciones interiores del ucraniano poco
![]() Una historia «de ficción»
Hasta aquí el plot de Las sandalias del pescador. ¿Creíble? En absoluto. Lo inverosímil, y Hollywood entiende un rato de ello, se ha adueñado del relato mucho tiempo antes. De primeras, m
![]() Por otra parte, es cierto que el film de Anderson contiene defectos. Su necesidad de película espectáculo, con atención al detalle (todas las escenas tras la muerte del Papa, excesivamente alargadas son una prueba de ello). Si en un primer momento te maravillas del sentido de coreografía visual para algunas escenas, al final fatigan la reiteración de ese mismo tipo de escenas a lo largo del film. Además, con ciento sesenta minutos de por medio y habiéndose afianzado con entidad la principal trama del film, las subtramas que la acompañan en muchos instantes no aportan nada al film. Es plana por tanto, la abigarrada situación de crisis conyugal entre el corresponsal americano y su esposa. Únicamente su función como narrador para una cadena televisiva de los acontecimientos que se suceden en
![]() No obstante, al margen de la dirección artística y del trabajo del cameraman haciendo un buen uso del rojo cardenalicio con fondos oscuros y de la luminosidad que ofertan los tesoros del Vaticano o los grises que se adueñan de los pasajes chinos y soviético, si existe un apartado que debe ser resaltada de manera especial en Las sandalias del pescador es la partitura de Alex North. Un North que acababa de ser despedido por Kubrick de 2001 una odisea del espacio (1968) por lo que, Las sandalias del pescador no podía llegarle en mejor momento. Porque si el film de Stanley Kubrick aborda principalmente la evolución de la mente y del espíritu humanos con el espacio de telón de fondo, los (actualizados/modernizados) aires wagnerianos de Las sandalias del pescador representan a Dios (hecho hombre) en la Tierra y la majestuosidad de la Iglesia. Seguramente la música del film de Anderson no tenga el recorrido popular que tiene la de 2001 pero si consigue ser más melódica. Por eso, durante las transiciones, alternando cotidianeidad con eventos importante, North consigue emocionarnos de un modo nostálgico, lírico y asimismo sublime.•
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Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato: Pal 2.40:1, 16:9. Idiomas: Castellano, Inglés y Alemán. Subtítulos: Castellano, Inglés, Alemán, Húngaro, Polaco, Portugués, Inglés para sordos y Alemán para sordos. Duración: 155 mn. Distribuidora: Warner Home Video.
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