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El sexto sentido The Sixth Sense |
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Director (es) : M. Night Shyamalan | ||||||||||||
Año : 1999 | ||||||||||||
País (es) : USA | ||||||||||||
Género : Thriller-Drama | ||||||||||||
Compañía productora : Barry Mendel Productions/The Kennedy/Marshall Company/Spyglass Entertainment para Hollywood Pictures | ||||||||||||
Productor (es) : Frank Marshall, Kathleen Kennedy, Barry Mendel | ||||||||||||
Productor (es) ejecutivo (s) : Sam Mercer | ||||||||||||
Compañía distribuidora : Buena Vista International | ||||||||||||
Guionista (s) : M. Night Shyamalan | ||||||||||||
Fotografía : Tak Fujimoto en Technicolor | ||||||||||||
Diseño de producción : Larry Fulton | ||||||||||||
Director (es) artistico (s) : Philip Messina | ||||||||||||
Decorados : Douglas A. Mowat | ||||||||||||
Vestuario : Joanna Johnston | ||||||||||||
Maquillaje : Michael Bigger, Richard Alonzo, Gerald Quist | ||||||||||||
Música : James Newton Howard | ||||||||||||
Montaje : Andrew Mondshein | ||||||||||||
Montaje de sonido : Michael Kirchberger, Larry Oatfield, Jennifer L. Ware | ||||||||||||
Sonido : Michael Kirchberger, Allan Byer | ||||||||||||
Efectos especiales : Jeffrey Cox, Jim Orr, Gary Elmendorf | ||||||||||||
Ayudante (s) de dirección : John Rusk, Scott Andrew Robertson | ||||||||||||
Duración : 107 mn | ||||||||||||
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Bruce Willis
Haley Joel Osment Toni Collette Olivia Williams Donnie Wahlberg Peter Tambakis Trevor Morgan Glenn Fitzgerald Jeffrey Zubernis Bruce Norris |
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Malcolm Crowe es un prestigioso psicólogo infantil que reside en la ciudad de Filadelfia. Una noche, hallándose en su domicilio en compañía de su esposa, un antiguo paciente suyo, ya adulto, irrumpe en el inmueble y, tras disparar contra él, se suicida. Un lapso temporal nos conduce al presente. El matrimonio de Crowe atraviesa un delicado momento. Cobijado en su trabajo, el terapeuta se interesará por Cole, un niño de ocho años que observa un extraño comportamiento. La madre del pequeño, abandonada por su marido tiempo ha, se ve incapaz de poder ayudar a su hijo, quien sufre un doloroso ensimismamiento. Paulatinamente, las reticencias iniciales de Cole hacia el psicólogo irán mermando. Llegados ambos a un punto, el chaval le hará a éste una estremecedora confesión: puede ver a los muertos. |
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EL NIÑO QUE VEÍA A LOS MUERTOS Por Jordi Marí
![]() Evitemos malentendidos. Mi decreciente interés por El sexto sentido no está relacionado con su abracadabrante conclusión: sé lo que va a ocurrir, ergo la sorpresa brilla por su ausencia. No. Las comparaciones son siempre odiosas. Sin embargo, ahí está la obra de Alfred Hitchcock para certificar que el artificio, la manipulación y el engaño pueden alcanzar cotas artísticas (y morales) verdaderamente sublimes. Uno ve Psicosis (1960) una y otra vez y, pese a conocer sobradamente el desenlace, no puede sino dejarse embelesar por una puesta en escena que guarda un escrupuloso orden dramático. Por el contrario, en el largometraje que hizo de Shyamalan un renombrado cineasta la relación entre
![]() Empero, la cinta deviene espléndida cuando el realizador se centra en la emocionalidad de los personajes y en la descripción de un mundo espectral —infinitamente más patético que terrorífico— poblado de seres desamparados y ![]() |
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Características DVD: Contenidos: Disco 1: La película / Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Disco 2: EXTRAS: Reflexiones desde el plató / Entre dos mundos / Proceso del guión gráfico / Ambientación musical y sonido / Alcanzando la audiencia / Reglas y pistas / Escenas eliminadas, Publicidad / Biografía de los realizadores y del reparto. Formato: Pal 1.85:1, 16:9. Idiomas: Castellano e Inglés. Subtítulos: Castellano e Inglés. Duración: 109 mn. Distribuidora: The Walt Disney Company.
EXTRAS:
Storyboard Vs. película (4’16”): antes de enfrentarse al rodaje del film, Shyamalan relata que creó un storyboard en el que se detallaban todas las escenas que encerraría El sexto sentido. Pero a la hora de la verdad hubieron algunos cambios. Shyamalan ejemplifica los mismos con la escena del restaurante con el personaje interpretado por Olivia Williams hablando con el espectro de su marido, el doctor Malcolm Crowe (Bruce Willis).
Ambientación musical y diseño de sonido (6’20”): James Newton Howard explica los niveles de imbricación entre sonido y composición musical, como la escena de Vincent (Donnie Wahlberg) en el lavabo del matrimonio Crowe. Se utilizaron respiraciones de numerosos animales que dan un efecto extrasensorial a la historia.
Alcanzando la audiencia (3’23”): Dado el presupuesto ajustado del film, la campaña de publicidad se debía basar en el efecto «boca-oreja», que funcionó a la perfección, situándose en el primer puesto de taquilla durante las tres primeras semanas desde la fecha de su estreno. Curiosamente, los niños y las mujeres mayores fueron los segmentos de población que respondieron mejor en taquilla.
Reglas y pistas (9’48”): Los productores Frank Marshall, Barry Mendel y Sam Mercer, y el montador Andrew Mondshein, entre otros, detallan los aspectos que debían tener en mente para no caer en errores de script, evaluando una serie de estrategias en forma de reglas y pistas. Entre estas últimas figuraría el color rojo (en una prenda de vestir, en el pomo de una puerta, etc.), que nos advierte de momentos emocionalmente «explosivos».
Escenas eliminadas: Tras una breve introducción, M. Night Shyamalan pasa revista a las cinco escenas que se descartaron para el montaje final: Soldados de juguete (3’05”): Malcolm observa a Cole Sear (Haley Joel Osment) jugando con unos soldados de pequeñas dimensiones. Al hablar éste de dos soldados que están tapados con una manta, se pone a llorar, empatizando con la tragedia familiar de ambos. Visita al Asr. Marshal (6’): Tras intercambiar unas frases en alemán con el Sr. Marshal, Cole entra en su casa y descubre en el salón un lugar donde descansan unos diarios personales de Jill, la difunta esposa del anciano. Otra escena nos lleva hasta la residencia de Malcolm, quien registra en su magnetofón un episodio relativo a Vincent. Regreso al Sr. Marshal (59”): Ya sin la compañía de Cole, Malcolm comprueba el buen ánimo del Sr. Marshal departiendo con su vecino. Escena final (3’20”): la escena favorita de Shyamalan es aquella en la que Malcolm aparece en la televisión en una grabación en vídeo mientras su mujer duerme en el sofá. Malcolm, visiblemente emocionado, se despide de las cámaras y de su eventual audiencia.
El reparto (6’40”): Olivia Williams, Bruce Willis (al que los productores daban por descartado dado su caché en aquella etapa donde le llovían las ofertas), Toni Collette y Donnie Wahlberg, hermano de Mark Wahlberg y miembro del grupo musical The New kids On the Block, se hicieron con los principales papeles de los adultos. El milagro surgió cuando Shyalaman descubrió al Cole Sear ideal: el «niño prodigio» Haley Joel Osment. Sus pruebas de casting deslumbraron a todos.
Duración total extras: 42 min 31 seg.
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THE SIXTH SENSE (1999) COMENTARIO (Por Christian Aguilera): Frank Marshall ha tenido una carrera limitada en la dirección, pero prolífica en el campo de la producción. En el que presumiblemente sea su mayor logro en el primer cometido, ¡Viven! (1993) —la popularizada e incluso novelada historia de los unos jóvenes víctimas de un accidente aéreo acaecido en Los Andes que recurrieron al canibalismo para sobrevivir—, Frank Marshall contó con una partitura de excepción a cargo de James Newton Howard, quien atravesaba una de sus etapas más inspiradas (Verano en Louisiana, Ángeles sin cielo y El príncipe de las mareas, entre otras). Años más tarde, al entrar en un nuevo proyecto, asociado una vez más a Kathleen Kennedy, y visto el descontento de aquel joven de veintinueve años llamado M. Night Shyamalan con el trabajo llevado a cabo por el compositor Marco Beltrami para el que sería su tercer largometraje, El sexto sentido, aceptó la sugerencia de Marshall para «probar» a Newton Howard. Así pues, a partir de una serie de coincidencias se formalizaría una de las uniones entre compositor y director más sólidas e interesantes de los últimos años. El «sexto sentido» de Newton Howard le dictó que aquella ghost story que visionó, en realidad, tenía un componente de melodrama, de romanticismo que Beltrami no supo reproducir en el pentagrama, sabedor que su entrada en el proyecto se debía al díptico de Scream para Dimension Films. Quizás confundido ante el «vicio» de muchos directores y/o productores de enseñar un film con los socorridos temp-tracks, en este caso, con música atonal preexistente de Krzysztof Penderecki y György Ligeti, Beltrami se mostró incapaz de articular un score que potenciara, de una forma subliminal, el efecto dramático de la historia en cuestión.
Como había ocurrido con ¡Viven!, la edición discográfica de El sexto sentido está lejos de recoger la integridad de la música compuesta por el californiano, quien se apoya en los coros para revertir sobre todo en el personaje de Cole (Haley Joel Osment) y su entorno —una iglesia que le sirve de refugio para seguir alimentando sus fantasías; las figuras religiosas que adornan una «cabaña» de plástico situada en su propia habitación, etc.— un concepto de irrealidad, de aires oníricos que tan sólo al final se desvelará como un poder extrasensorial intransferible. Las delicadas flautas de las que tan buen uso suele hacer Newton Howard confiere un poso romántico, melancólico, por regla general, que acompaña a la presencia del doctor Malcolm Crowe (Bruce Willis). Shyamalan subvierte los términos de inocencia y maldad, y por consiguiente, Newton Howard corresponde a este sentido con la adecuación de unos pasajes musicales llenos de tensión y de naturaleza malsana —modulados en forma de glisando— cuando Cole sufre sus visiones. Queda sin efecto en la banda sonora editada por Varèse la secuencia musical la disputa dialéctica entre Cole y su profesor de historia, resuelta con un glisando, al igual que las escenas de los hombres colgados en el antiguo Palacio de Justicia, que se contrapone al resto de un score ordenado con un propósito minimalista y que encierra unas notas al piano con reverberaciones de trompeta —inspirado, sin duda, en su admirado Jerry Goldsmith— que un año más tarde desarrollaría con un sentido levemente distinto, a nivel orquestal, para la confección del leit motiv de El protegido.• |
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