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Banderas de nuestros padres
Flags of Our Fathers
     
    Director (es) : Clint Eastwood
    Año : 2006
    País (es) : USA
    Género : Bélica-Drama
    Compañía productora : DreamWorks SKG/Warner Bros. Pictures/Amblin Entertainment/Malpaso Productions
    Productor (es) : Clint Eastwood, Steven Spielberg, Robert Lorenz, Tim Moore
    Compañía distribuidora : Warner Sogefilms S.A.
    Guionista (s) : Paul Haggis y William Broyles Jr.
    Guión basado en : el libro Flags of Our Fathers: Heroes of Iwo Jima, de James Bradley y Ron Powers
    Fotografía : Tom Stern, en Technicolor
    Diseño de producción : Henry Bumstead
    Director (es) artistico (s) : Jack G. Taylor Jr.
    Decorados : Richard C. Goddard
    Vestuario : Deborah Hopper
    Maquillaje : Zoe Hay, Elizabeth Hoel, Michele Tyminski, Vicki Vacca y Crystal Wolfchild
    Música : Clint Eastwood
    Montaje : Joel Cox
    Montaje de sonido : Walt Martin
    Sonido : Walt Martin
    Efectos especiales : Dominic V. Ruiz
    Ayudante (s) de dirección : Donald Murphy y Katie Carroll
    Duración : 132 mn
   
     
    Ryan Phillippe
Jesse Bradford
Adam Beach
John Benjamin Hickey
John Slattery
Barry Pepper
Jamie Bell
Paul Walker
Robert Patrick
Neal McDonough
Melanie Lynskey
Thomas McCarthy
Chris Bauer
Judith Ivey
Myra Turley
Joseph Cross
Benjamin Walker
Alessandro Mastrobuono
Scott Reeves
Stark Sands
   
   
   
En las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, el ejército aliado toma uno de los puntos estratégicos del Océano Pacífico: la isla de Iwo Jima. En este enclave se dirime una de las batallas más cruentas de finales de una guerra que concluiría en 1945. Pero el elemento que pasará a los anales de la historia referido a Iwo Jima es el alzamiento de una bandera estadounidense por parte de un grupo de soldados. La imagen captada por un fotógrafo adscrito al ejército norteamericano se transformará en un icono, un símbolo. A su regreso de la batalla, los supervivientes protagonistas de aquella estampa —Ira Hayes, René Gagnon y John Bradley— son utilizados por la cúpula militar con la intención de preservar los valores patrióticos entre la población civil. Ésta los aclama como verdaderos héroes nacionales, aunque al cabo de los años la estrella de este trío de supervivientes se irá apagando. En el caso de Hayes, de ascendencia india, se ve abocado a trabajar en el campo. Ira parece no dar crédito a la sinrazón que le ha convertido en un héroe nacional por simplemente aparecer en una fotografía y, a partir de entonces, se ve envuelto en diversas peleas callejeras y una espiral de consumo de alcohol que acaba por desequilibrarle psicológicamente. El precio de la fama que sus otros saben digerir de mejor forma, incluso en algún caso aprovechándose de la situación y haciéndose pasar por uno de los soldados que alzaron por segunda vez la bandera en la cima del Monte Suribachi, en Iwo Jima. 

Enlace página web del filmwww.banderasdenuestrospadres-es.com

   
   
   
EL DÍPTICO BÉLICO DE EASTWOOD (I)
 
 
Por Antoni Peris i Grao 

Los héroes de Salvar al soldado Ryan, de Steven Spielberg eran héroes de tradición judeo cristiana y de tradición hollywoodiana: alcanzaban su grado de heroísmo a través de un proceso de culpa, perdón, sacrificio y posterior triunfo (1). Los héroes de las cintas bélicas de Samuel Fuller (de Fixed Bayonets! a Invasión en Birmania, de Casco de Acero a Uno rojo división de choque (2)) tan reales como finalmente cínicos, alcanzaban ese grado por supervivencia, el mayor mérito de un combatiente.
   Los héroes de Clint Eastwood son, básicamente, héroes anónimos. René Gagnon es lo bastante cínico como para plantear que si hay que ser un héroe, además hay que parecerlo. Pero se equivocó. Los héroes son miles de personajes arrancados de su cotidianeidad y que se ganan esta categoría no sólo por llegar enteros al final de la contienda, como plantea Fuller, sino por la solidaridad diaria dedicada a sus compañeros. Y, a priori, nada diferencia unos de otros. Los héroes de Eastwood no matan básicamente por su país, por su gobierno o por conquistar suelo japonés. Son personajes cotidianos que, en situación extraordinaria, matan para que ellos y sus compañeros puedan seguir vivos. Todos podemos ser héroes y Eastwood medita sobre esta condición en Banderas de nuestros padres.
La pirueta que distancia Banderas de nuestros padres de Uno Rojo división de choque (1980) es el montaje en paralelo que Clint Eastwood establece desvelando la trama de marketing político que siguió a la conquista del monte Suribachi. La foto de Joe Rosenthal, los marines clavando la bandera en el dorso de la tierra japonesa, simbolizaba el triunfo. No se supo que la foto correspondía a una segunda bandera izada por un capricho militar después de que un primer pelotón arriesgase su vida por colocar una bandera previa. No se era consciente de que los militares americanos siguieron luchando y muriendo en la isla durante casi un mes. El impacto en el público fue tal que el gobierno decidió obtener réditos de la fotografía en forma de compra de bonos de guerra por parte del pueblo norteamericano. Se «secuestraron» un par de soldados del frente con la interesada participación de un tercero y se consiguió así un trío de héroes artificiales. Su esfuerzo diario, a partir de entonces, es recabar buenos sentimientos y buenos dólares. Para Gagnon, obsesionado en ser un héroe mediante la representación, sin riesgos, la situación es ideal. Para Ira Hayes, voluntarioso luchador, y para Doc Bradley, héroe anónimo, la fama deviene notoriedad. Así, el montaje hollywoodiano les repugna a ellos tanto como al espectador, que es sacudido por la estrategia de Eastwood que enfrenta la horrible realidad de la guerra con la charada que se originó, la imagen del heroísmo con la reproducción vacía multiplicada hasta la saciedad.
Clint Eastwood, como siempre, trata con ternura a sus protagonistas. Hombres de carne y hueso, con méritos y debilidades que serán víctimas de la estrategia política en la medida en que sean capaces de adaptarse a un inesperado destino. En tanto que John Bradley es consciente de los límites de la situación, se siente dolido por haber dejado atrás a sus compañeros en el frente pero cree que su actividad tiene cierta utilidad, René Gagnon participa activamente del montaje y trata de obtener réditos de su falsa condición de héroe, siendo quien menos se lo merece. Ira Hayes, por su parte, es un marginado que se desespera tanto por los mismos motivos que Bradley como por verse alejado del único lugar en la tierra en el que ha encontrado un grupo humano en el que integrarse. Eastwood, por otro lado, no tiene problema alguno en denunciar la hipocresía de una comunidad que margina por el racismo a los mismos que la protegen. La dureza de las escenas en que Ira se alcoholiza es equiparable al horror del frente de guerra. La belleza de su viaje homérico a pie, cruzando varios estados, para informar a los padres de Harlon Block de que su hijo era también uno de los portadores de la bandera para, luego, desaparecer en silencio, es de las secuencias más bellas, más sensibles y más elegantes, filmadas por el director.
   El heroísmo es, pues, íntimo. El heroísmo es el sacrificio diario, en el frente o en la retaguardia, que surge para ayudar a los compañeros. El heroísmo se oculta, en definitiva, por el tiempo que con los años lo cubrirá, al igual que difuminarà las capas de traición, celebridad o de horror.
   En el último plano de la cinta Clint Eastwood nos presenta, en silencio, la playa y la silueta de la isla desolada.•
 


(1) Spielberg compró los derechos de la novela en que la cina se basa par llevarla al cine. Posteriormente se reservó el papel de productor y cedió la dirección a Eastwood. Aun así daba cierto reparo que el productor tratase de imponerse al director para que le hiciese un remake de Salvar al soldado Ryan (1998). El resultado prueba la seriedad de ambos cineastas en sus roles respectivos.
(2) The Big Red One, en su título original, posiblemente una de las mejores película bélicas contemporáneas.
   
     
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Características DVD: Contenidos: Disco 1: La película / Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Disco 2: Los Extras: Presentación de Clint Eastwood / Las Palabras en la Página / Seis Hombres Valientes / La Realización de una Película Épica / Levando la Bandera / Efectos Visuales / Una Mirada al Pasado / Trailer cinematográfico. Formato: Pal 2.40:1, 16:9. Idiomas: Castellano, Inglés y Alemán. Subtítulos: Castellano, Inglés, Alemán, Portugués y Alemán para sordos. Duración: 126 mn. Distribuidora: Warner Home Video. Fecha de lanzamiento: 15 de junio de 2007.  
   
   
     
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FLAGS OF OUR FATHERS (2006) 
Clint Eastwood

Milan Records M2-36203, 2006. Duración: 59: 34.

   
       
   

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