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La dama de hierro
The Iron Lady
     
    Director (es) : Phyllida Lloyd
    Año : 2011
    País (es) : GBR-FRA
    Género : Biográfica-Drama
    Compañía productora : DJ Films/Pathé Films/Goldcrest Pictures/CinéCinéma
    Productor (es) : Damian Jones, Colleen Woodcock, Anita Overland
    Productor (es) ejecutivo (s) : François Ivernel, Adam Kulick, Cameron McCracken, Tessa Ross
    Compañía distribuidora : Wanda Visión
    Guionista (s) : Abi Morgan
    Fotografía : Elliot Davis en Color
    Diseño de producción : Simon Elliott
    Director (es) artistico (s) : Nick Dent, Bill Crutcher
    Decorados : Annie Gilhooly
    Vestuario : Consolata Boyle
    Maquillaje : J. Roy Helland, Marese Langan, Leon Smikle
    Música : Thomas Newman
    Montaje : Justine Wright
    Sonido : Nadine Richardson, Nigel Stone
    Efectos especiales : Bernard Newton, Scott Peters
    Ayudante (s) de dirección : Guy Heeley, Charlie Reed
    Duración : 105 mn
   
     
    Meryl Streep
Jim Broadbent
Susan Brown
Iain Glen
Alexandra Roach
Victoria Bewick
Harry Lloyd
Olivia Colman
Amanda Root
Anthony Head
Nicholas Farrell
Richard E. Grant
John Sessions
Roger Allam
Michael Pennington
   
   
   
A sus ochenta años de edad, la ex Primer Ministra Británica Margaret Thatcher se encuentra desayunando en su casa de Chester Square en Londres. A pesar de que su marido, Denis, falleció hace un par de años, la decisión de deshacerse finalmente de su ropa, provoca en ella recuerdos convulsos. Mientras Thatcher se prepara para su rutina diaria, la imagen de su marido —leal, cariñoso y travieso— es tan real que parece estar vivo. El personal de Margaret habla con Carol Thatcher para expresar su preocupación sobre la creciente confusión que sufre su madre entre el pasado y el presente. Esta preocupación aumenta durante una cena en la que Margaret cautiva a sus invitados para poco después distraerse ante las memorias de la noche en la que conoció a Denis, hace 60 años. Una vez que los invitados se han marchado, Margaret se retira a sus aposentos, pero no logra dormir. Se levanta, desempolva unas viejas películas caseras y se dispone a mirarlas, reflexionando así sobre los sacrificios personales que hizo para alcanzar sus objetivos profesionales. Al día siguiente, Carol convence a su madre para ver a un doctor. Margaret insiste en que no le ocurre nada. Al doctor no le revela los intensos recuerdos de su pasado, que ahora invaden sus días.
   
   
   

EMPIEZA EL ESPECTÁCULO
 
Por Christian Aguilera
   
     
   
Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato: 1:78:1, 16:9. Idiomas:  Castellano y Sueco. Subtítulos: Castellano. Duración: 102 mn. Distribuidora: Cameo. Fecha de lanzamiento: 20 de junio de 2012.
SINOPSIS: A sus ochenta años de edad, la ex Primer Ministra Británica Margaret Thatcher se encuentra desayunando en su casa de Chester Square en Londres. A pesar de que su marido, Denis, falleció hace un par de años, la decisión de deshacerse finalmente de su ropa, provoca en ella recuerdos convulsos. Mientras Thatcher se prepara para su rutina diaria, la imagen de su marido —leal, cariñoso y travieso— es tan real que parece estar vivo. El personal de Margaret habla con Carol Thatcher para expresar su preocupación sobre la creciente confusión que sufre su madre entre el pasado y el presente. Esta preocupación aumenta durante una cena en la que Margaret cautiva a sus invitados para poco después distraerse ante las memorias de la noche en la que conoció a Denis, hace 60 años. Una vez que los invitados se han marchado, Margaret se retira a sus aposentos, pero no logra dormir. Se levanta, desempolva unas viejas películas caseras y se dispone a mirarlas, reflexionando así sobre los sacrificios personales que hizo para alcanzar sus objetivos profesionales. Al día siguiente, Carol convence a su madre para ver a un doctor. Margaret insiste en que no le ocurre nada. Al doctor no le revela los intensos recuerdos de su pasado, que ahora invaden sus días.
COMENTARIO: Sin ninguna intención de parecer una nueva entrega de película de súper-héroe al uso, La dama de hierro es el sobrenombre con el que fue conocida la Primera Ministra del Reino Unido en la década de los ochenta, principalmente. Por designios del destino y, por qué no, de una valerosa iniciativa de producción a partir de un guión escrito por la jovencísima Abi Morgan, La dama de hierro es un biopic atípico y nada tópico sobre la persona que se escondía tras la coraza de Margaret Roberts, en esencia Margaret Thatcher, una rutilante figura de la política europea del pasado siglo. En este sentido, su directora, Phyllida Lloyd, fue llamada a retratar ese lado desconocido y privado de la ahora octogenaria y enferma de Alzehimer dada su afinidad con el personaje redescubierto con este film y con una obra teatral que ella misma había estrenado en torno a la situación política vivida aquellos años. Es a raíz de su delicada salud cuando entrevemos las primeras imágenes en las que la anciana modela su vida austera gracias al cuidado extremo de cada uno de sus movimientos. Es sintomático observar como acude a buscar una barra de pan en una suburbial zona de Londres, pasando del todo desapercibida ante una generación que desconoce su carrera política, y ante la negativa de sus cuidadores.
   El acto de condescendía con la vieja Thatcher contrasta con ese tono inflexible de recordar la firmeza y convicción con la que la Primera Dama se infiltró entre un mundo dominado por la aristocracia masculina. Sólo la obstinación de la hija de un tendero, estudiante de Cambridge, pudo llevarla hasta el grado superlativo de su país. En este escalón en el que la directora se detiene para ayudar a comprender la hegemonía de un país, inestable tras la Guerra, y que únicamente la decisión y valor de la conservadora Thatcher ayudaría a cambiar su status.
   Sin entrar en valoraciones políticas, Phyllida Lloyd se interesa por su fuerte personalidad desde sus años de universitaria, pese a aparentar una mujer compungida y retraída. Este efecto ambivalente marcado por la interpretación de Alexandra Roach es atribuible a ser la única persona femenina dentro de un selecto club de políticos preeminentes aunque sin el dote de mando que el cargo demandaría. Si bien, esos retazos de juventud son esporádicos, dentro de una espiral en flash-back de un ser que va perdiendo la memoria a pasos agigantados, no lo son menos sus momentos más dificultosos en su era más puesta en entredicho. Compaginando sus experiencias personales a partir de su decisiva boda con Denis Thatcher y fruto de la cual tuvo a los gemelos Mark y Carol, con sus desvaríos actuales, el film antepone su punto de vista de un tiempo vivido sin ambages ni deliberaciones innecesarias.
   La lealtad a un país por encima de sus motivaciones personales está suficientemente bien reflejada cuando Margaret es nombrada parlamentaria en 1959, debiendo abandonar temporalmente a sus hijos. Ese carácter fuerte y hierático que insufla una personalidad firme y bien marcada no ha tenido mejor destinatario que la siempre presta a estos tributos pseudopolíticos con un telón social de fondo, Meryl Streep, encarnando con convicción incluso en la forma de gesticular-    
Para los más jóvenes, constatar esa antipatía generalizada que acompañó en su vida política a la Thatcher, aunque con el paso del tiempo y el olvido sistematizado, su determinación y aplomo condicionó en parte la buena salud de la que goza el sistema político anglosajón aún hoy en día, inclusive bajo el amparo de los Tories, opositores al conservadurismo de primer orden. Esa convicción está incluida en las escenas del atentado del IRA en pleno centro de Londres y en el asedio a la Isla de las Malvinas, por tal de recuperarla en manos de los argentinos; este último, uno de los puntos negros de su labor al frente del estamento militar británico. No obstante, todos estos hechos constatados y valorados en su día, son meros retratos de unos pasajes que acompañan la vida de Margaret Thatcher a lo largo de los años. Ese memorándum se detiene cuando ella se ve incapaz de seguir recordando, bajo la estrecha unión con su marido fallecido, Denis un portentoso Jim Broadbent haciendo de conciencia de ella misma, perdiéndose la estela de su indiscutible figura.
   Sin duda, La dama de hierro se trata de un trabajo que reafirma la condición de baluarte de la paridad de hombres y mujeres en cualquier estamento oficial, por la lucha de la clase de géneros tan en boga hoy en día.•
 
Àlex Aguilera      
   
   
     
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    THE IRON LADY (2011)
Thomas Newman
Sony Classical SK91434, 2011. Duración: 54: 42.
   
       
   

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