Ampliar imagen
   
El proceso de las brujas
(Titulo original)
   
    Director (es) : Jesús Franco
    Año : 1968
    País (es) : ESP-FRA-ALE-GBR
    Género : Terror
    Compañía productora : Fénix Cooperativa Cinematográfica/Prodimex Film/Terra-Filmkunst/Towers of London
    Productor (es) : Harry Alan Towers, Arturo Marcos
    Guionista (s) : Jesús Franco, Michael Haller, Anthony Scott Veitch,
    Guión basado en : en una historia de Peter Welbeck (álias de Harry Alan Towers), adaptada por Jesús Franco y Enrico Colombo
    Fotografía : Manuel Merino en Color
    Director (es) artistico (s) : George O. Brown (seudónimo de Jack Taylor)
    Decorados : George O. Brown (seudónimo de Jack Taylor)
    Música : Bruno Nicolai
    Montaje : Gertrud Petermann, Derek Parsons
    Ayudante (s) de dirección : John Thompson, Alberto Chiarolla
    Duración : 93 mn
   
     
    Christopher Lee
Maria Schell
Leo Genn
Hans Hass Jr.
Maria Rohm
Margaret Lee
Pietro Martellanza
Milo Quesada
Howard Vernon
   
   
    A finales del siglo XVII, durante el reinado en Inglaterra de Jacobo II, el implacable juez George Jeffreys, apodado el Juez sangriento, es puesto al frente de la justicia para perseguir implacablemente a los enemigos de la corona, a quienes manda sin contemplaciones a la hoguera bajo falsas acusaciones de brujería. Por su parte,Harry Sefton, el hijo del conde de Wessex, que está relacionado con los rebeldes que tratan de derrocar al monarca, se enamora de la bella hermana de una muchacha que ha sido recientemente ajusticiada a manos del sádico Jeffreys.
   
   
   

JESS FRANCO, EL «SANTO INQUISIDOR»
 
Por Ramón Alfonso
Cuando Jesús Franco registra durante agosto de 1969 el film El proceso de las brujas (1969), su filmografía ya suma sus mejores obras:Tenemos 18 años (1959), pieza primeriza y auténtico precedente del inmediato cine pop, Rififí en la ciudad (1963), Miss Muerte (1965) o 99 mujeres (1967). A finales de los sesenta, el prolífico realizador está a punto de cerrar un nuevo ciclo artístico y vital para embarcarse en una caótica aventura internacional, prologada por sus trabajos para el londinense Harry Alan Towers, que le lleva a trabajar en escenarios franceses o suizos dirigiendo casposos subproductos, hasta su regreso del exilio a España tras la muerte del caudillo. Empero, sulamentable retroceso cinematográficoviene ya anunciado en films como precisamente El proceso de las brujas que en conjunto denota la “dejadez” formal que hundirá rápidamente su filmografía. A pesar, de un evidente caos gramatical esta reconstrucción de las sangrientas andanzas del juez George Jeffreys (popularmente conocido como el Juez sangriento) consigue trascender, al menos en parte, dicho hándicap gracias a su presentable acabado técnico y a la presencia de un solvente grupo de actores encabezado por el inmortal Christopher Lee, en la cúspide de su fama como mito del género de horror.
Esta película supone cronológicamente la quinta colaboración del Drácula de la Hammer con el autor de Gritos en la noche (196q). Una sociedad artística sin duda descabellada promovida por el productor Towers y que se inicia tras la contratación de Franco, por mediación de Juan Estelrich, para finalizar a la mayor celeridad el rodaje de Eva en la selva (1968), interpretada entre otros por Lee, tras la renuncia de Jeremy Summers. A esta piza debe sumársele las dos últimas entregas del ciclo Fu Manchú y la polémica Eugenie. Thestory of her Journey into Perversión (1969), perverso soft sadiano protagonizado por Jack Taylor, MariaRohm y Marie Liljedahl, para el que el conservador intérprete ingles filma sus secuencias ajeno al carácter erótico del conjunto.El mítico actor no descubre el engaño del director hasta años más tarde, justificándose así su participación en El proceso de las brujas y la fallida El conde Drácula (1969).
   Encarnando al Juez sangriento, Christopher Lee se muestra tan cómodo como apático. Para dar vida a su personaje recurre a su proverbial registro terrorífico, componiendo a partir de roles previos. Por supuesto, a pesar de la obvia, y en el fondo comprensible, pereza del ingles su presencia (poderosa e inquietante) se torna, con permiso de la estupenda fotografía en color de Manuel Merino (durante muchos años inseparable del director), en auténtica piedra angular de la cinta. Pieza que para componerse busca su inspiración en el cine británico de terror, tratando de elaborar incluso una suerte de radiografía histórica. Sin embargo, a la hora de confeccionar dicha tarea, Franco se muestra tan desinteresado como torpe, saldándose sus esfuerzos sobre este particular con caóticas y superficiales pinceladas que tan sólo entorpecen una propuesta que narrativamente alcanza sus mayores logros cuando se desliza hacia terrenos enfermizos y angustiosos, tales como las secuencias de tortura o las apariciones de espeluznantes sujetos como el verdugo interpretado por el indispensable Howard Vernon.
   En esencia, El proceso de las brujas fracasa parcialmente frente a otros trabajos registrados por el autor en aquella época por su carácter de extraño híbrido en exceso simplón. El propio cineasta durante todo el metraje parece despreciar la mascarada a la que está sujeto por razones de producción y que le obliga a insuflar al largometraje unos rasgosque no le interesan lo más mínimotratando de emular análogas producciones británicas. Mucho menos cómodo pues que en previos títulos como 99 mujeres, Venus in furso Eugenie. The Story of her Journey into Perversion, Franco tira de su rabiosa cinefilia para homenajear por enésima vez a autores como Orson Welles, mientras trata de llevar a su terreno los fragmentos que le son más afines.
Curiosamente, esta obra, que forma una suerte de improbable díptico con El conde Drácula (rodada apenas dos meses después, representando asimismo su obra más ambiciosa al contar con un presupuesto generoso y el suficiente tiempo de rodaje) inicia en la obra de su autor una tendencia que alcanza el paroxismo durante los ochenta, utilizar a un profesional para que desempeñe las más variopintas funciones. Así, el actor Jack Taylor se encarga en las dos películas de la escenografía con resultados sin duda loables, antecediendo la labor de la recientemente fallecida Lina Romay y el indispensable Hombre para todo del cine de Franco de los ochenta, Antonio Mayans.
   Por su parte, el terrible juez Jeffreys regresaría a la filmografía del realizador apenas tres años más tarde en Les démons (1972). Encarnado por Chihangir Gaffari (que se resguarda tras el pseudónimo John Foster), el film, realizado tratando de aprovechar el triunfo en taquilla de la película de Ken Russell Los demonios (1971), obvia la anquilosada visión histórica de El proceso de las brujas para componer una pesadilla fantástica de horror protagonizada por un grupo de siniestra hechiceras.•
   
     
Comprar en fnac.es
   

Características DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas. Formato:  1:78:1.  Idiomas:   Castellano.  Duración: 95 mn. Distribuidora:  Divisa Red. Fecha de lanzamiento: 20 de febrero de 2012. 

   
       
   

Ver comentarios

Valoración media: 4,7

Comentarios: 50   (Ver)

Total de votos: 50


¿Qué valoración le darías a esta película?

Valoración:

Enviar