|
|
|
 |
|
|
|
|
Byzantium
Byzantium
|
|
|
|
|
|
Director (es) :
Neil Jordan
|
|
|
Año : 2012 |
|
|
País (es) : GBR-USA-RIR |
|
|
Género : Fantástica-Terror |
|
|
Compañía
productora : Number 9 Films/Demarest Films/Lipsync Productions/WestEnd Films/Parallel Film Productions |
|
|
Productor (es) : Sam Englebardt, William D. Johnson, Elizabeth Karlsen, Alan Moloney, Redmond Morris, Stephen Woolley |
|
|
Productor (es) ejecutivo (s) : Sharon Harel, Mark C. Manuel, Norman Merry, Ted O'Neal, Danny Perkins |
|
|
Productor (es) asociado (s) :
Joanna Laurie, Susan Mullen |
|
|
Compañía
distribuidora : A Contracorriente Films |
|
|
Guionista (s) : Moira Buffini |
|
|
Guión
basado en : en la obra teatral A Vampire Story de Moira Buffini |
|
|
Fotografía : Sean Bobbitt en Color |
|
|
Diseño
de producción : Simon Elliott |
|
|
Director (es) artistico (s) : Martin Goulding, Crispian Sallis, Bill Crutcher |
|
|
Vestuario : Consolata Boyle |
|
|
Maquillaje : Lynn Johnson |
|
|
Música : Javier Navarrete |
|
|
Montaje : Tony Lawson |
|
|
Montaje
de sonido : Mark Auguste |
|
|
Sonido : Brendan Deasy |
|
|
Efectos
especiales : Kevin Byrne, Kevin Nolan, Pat Redmond, Gerry Farrell |
|
|
Ayudante (s)
de dirección : Tony Aherne, Catherine Dunne |
|
|
Duración : 118 mn |
|
|
|
|
|
|
 |
|
|
|
|
|
Saoirse Ronan
Gemma Arterton
Barry Cassin
Jenny Kavanagh
Thure Lindhardt
Jonny Lee Miller
Gabriela Marcinková
Daniel Mays
Caleb Landry Jones
Sam Riley
Edyta Budnik
|
|
|
|
|
|
|
 |
|
|
|
|
|
Eleanor y Clara, dos mujeres misteriosas, abandonan de noche el escenario de un crimen violento y llegan a un resort costero hundido. Intentarán buscar refugio a lo largo de la costa. Clara, siempre práctica, venderá su cuerpo para conseguir dinero. Pronto conocerá al tímido y solitario Noel, quien les dará un techo sobre sus cabezas en su desastrado hotel, Byzantium. |
|
|
|
|
|
|
 |
|
|
|
|
|
DÉJANOS ENTRAR
Por Christian Aguilera
Veinte años después de haber debutado en calidad de autora teatral con Jordan (1992) Moira Buffini (n. 1965) lo haría para Jordan —de nombre de pila, Neil— en la adaptación al cine de otra de sus piezas teatrales, A Vampire Story (2008). Así pues, A Vampire Story proseguiría la “tradición” de Buffini de resultar sintética a la hora de escoger el título de sus obras pensadas para ser representadas, en primera instancia, en el teatro, articulando a renglón seguido un guión cinematográfico que, pese a no figurar en los títulos de crédito, lleva la impronta de Neil Jordan. De ascendencia irlandesa al igual que él, Buffini supo que semejante material podría plegarse a la perfección a los intereses de Neil Jordan, rebautizando para el cine esa historia de vampiros con el título Byzantium (2012), el nombre del hotel del que acaba siendo propietario Noel (Daniel Mays) tras fallecer su madre. Sobre el papel, este personaje hubiera sido susceptible de adoptar el rol protagonista en el primer tramo del film —en similar disposición que el planteamiento de Juego de lágrimas (1992)—, pero la escritora inglesa y Jordan consensuaron que en todo momento el punto de vista de Byzantium recayera por igual en Eleanor (Saoirse Ronan, poseedora de unos ojos de «otro mundo») y Carmilla/Clara (Gemma Arterton), las dos “hermanas de sangre” vampírica que encaran su tercer siglo de existencia con unas perspectivas nada halagüeñas de asentarse en un rincón del planeta por espacio indefinido. De manera inevitable, autora y director supieron de antemano que al mostrarse firme en hacer recaer en Eleanor y Clara el peso del relato, las comparaciones para con Déjame entrar (2008) crecerían por sí solas. No obstante, Jordan aplica un factor diferenciador en relación a la excelente película dirigida por Tomas Alfredson, esto es, el de un relato que viaja en dos líneas temporales, el del tiempo presente —2012, coincidente con su fecha de producción— y el de un pasado que arranca en 1806 según el propio testimonio que Eleanor deja impreso en su diario personal y que se nos relata (parcialmente) en una voz en off. Nada novedoso en el cine del irlandés, ya que este modo de procecer ya se encuentra en la raíz de las historias de En compañía de lobos (1984) —la capucha roja que luce Eleanor deviene un guiño a su primera incursión en el fantastique—, Entrevista con el vampiro (1994), In Dreams (dentro de mis sueños) (1999), Desayuno con Plutón (2005) y Ondine (2009), entre otras. Una idea sugerente sobre el papel, pero que no siempre resiste al trasladarlo en imágenes, quedando un tanto diluida para la ocasión esa historia pretérita que invita al espectador a permanecer especialmente atento a la “letra pequeña” del relato. Básicamente, el problema principal de Byzantium a la hora de abordar esta doble perspectiva temporal radica en que la historia tiene lugar al principio de la segunda década del siglo XXI concentra demasiado la atención —todo lo que conlleva situar a un par de jóvenes vampiras que echan mano del manual de supervivencia en el marco de un universo que les resulta hostil—, basta por sí sola para armar una pieza fílmica con un metraje estándart. Por ello, el metraje final de Byzantium cubre prácticamente dos horas, creando un efecto circular que refuerza aún más el concepto de cuento que descansa sobre la base del texto urdido al alimón por Buffini y Jordan.
Desde la perspectiva visual, Byzantium acomoda un ritmo pausado, al compás de algunas de las piezas musicales que podemos escuchar a lo largo del metraje —de Shostakovich, Debussy, Schubert y Ludvig Van Beethoven (la Sonata en C Major Op. 2 núm. 3, que ejecuta con destreza la propia Ronan en una escena clave para medir el grado de sensibilidad del personaje y de la relación que nacerá con Frank/Caleb Landry Jones)— salvo un par de escenas diseñadas para “animar” la función, la de la persecución que Werner (el danés Thure Lindhart) somete a su “igual” Carmilla (referencia al cuento epónimo obra del también irlandés Sheridan Le Fanú), y la que la escultural vampira y Eleanor protagonizan en el tramo final. Escenas que miran de soslayo a Blade Runner (1982), en esa especie de “juego de vampiros” que se sustancia a la manera de replicantes, cuyos rastros de sangre trata de seguir el detective de turno, Savella (Uri Gavriel, un papel en principio destinado a Stephen Rea), muy lejos, eso sí, del Rick Deckard (Harrison Ford) de la cinta realizada con maestría por Ridley Scott. Cuál sabueso, Savella accede a los lugares del crimen, erradicados en ese universo personal de Jordan, en especial en esa zona portuaria donde un individuo sucumbe a los encantos de la vamp Clara. De manera paralela, el film enseña su parte más “sensible” en atención al personaje de Eleanor, allí donde fluye con mayor fuerza las concomitancias con Déjame entrar (2008), sobre todo cuando la chica accede a la habitación del hospital donde se encuentra ingresado Frank. En última instancia, la presencia de la madre del joven frena el instinto natural de Eleanor, el de proveerse de la sangre que baña sus arterias pero seca s u capacidad de amar a alguien que no sea de su estirpe.
Presentada en los Festivales de Edimburgo y Sitges en 2013, Byzantium pasaría por las salas comerciales de nuestro país de una forma fugaz, condicionada por su estreno simultáneo en un canal de pago y porque el nombre de su director ya no representa un reclamo lo suficientemente poderoso por sí solo. Una lástima porque Neil Jordan rara vez defrauda, demostrando una vez más lo estimulante de sus propuestas independientemente si tienen un sesgo fantástico o carezca de éste. En ambos mundos fluye su vena de cuentista.• |
|
|
|
|
|
|
 |
|
|
|
|
|
|
Características en BD y DVD: Contenidos: Menús interactivos / Acceso directo a escenas / Tráiler / Entrevistas. Resolución: 1.080 pp. Formato: Panorámica 16:9, 4.3, 2: 35:1. Idiomas: Inglés y Castellano. Subtítulos: Castellano, Castellano y Catalán. Duración: 118 mn. Distribuidora: A Contracorriente. Fecha de lanzamiento: 29 de abril de 2014.
|
|
|
|
|
|
|
 |
|
|
|
|
|
|
¿Qué valoración le darías a esta película? |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|