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Hal Ashby |
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Fecha
y lugar de nacimiento : |
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2 de septiembre de 1929, en Ogden, Utah (Estados Unidos). |
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Fecha
y lugar de defunción : |
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27 de diciembre de 1988, en Malibú, California (Estados Unidos), víctima de un cáncer de pancreas |
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Actividades
previas : |
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nace en una comunidad integrada básicamente por mormones, siendo una de las excepciones la familia Ashby; a la edad de cinco años sus padres de divorcian y cuando cumple los doce años, su padre se suicida; a causa de estos trastornos familiares, su progresión escolar resulta irregular; abandona transitoriamente los estudios y llega a realizar entre cincuenta y sesenta ocupaciones distintas, entre las cuales se cuenta su ingreso como proyeccionista en la Republic Studios y en la Walt Disney Studios; se licencia en la Universidad de Utah; empieza a conocer el medio oficiando de auxiliar de montaje de Robert E. Swink en la United Artists, habitual colaborador de la segunda etapa de William Wyler, y de Franklin J. Schaffner; Horizontes de grandeza (1958) supone su primer trabajo como ayudante de montaje y Los seres queridos (1965) el primero como montador jefe, antes de convertirse en un estrecho colaborador de Norman Jewison, quien le producirá sus primeros films como director (1965-1969). |
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Otras
actividades : |
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montador, guionista y productor. |
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Premios : |
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Nominado al Oscar al Mejor Director por El regreso (1978); Oscar al Mejor Montaje por En el calor de la noche (1967); Nominado al Oscar al Mejor Montaje por ¡Qué vienen los rusos!, ¡qué vienen los rusos! (1966), junto con Terry Williams. |
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Otros
datos : |
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casado con la actriz Joan Marshall (1969-1988). |
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Pocas veces la carrera de un director ofrece una conclusión de su obra tan clara y definida como la de Hal Ashby, en la que las intenciones coinciden plenamente con el fondo de los temas tratados. A lo largo de los años setenta Ashby concentró sus esfuerzos por ofrecer una serie de films indisociables a la mentalidad anti-establishment de esta década. El montador habitual de Norman Jewison, con quien mantuvo una estrecha relación laboral, pero que se desliga de su posterior obra a todos los niveles, aborda distintos temas candentes de la época desde la óptica de un liberal-progresista. La crítica velada a la política institucional americana, con apuntes al watergate, en Shampoo; la rebeldía juvenil contestataria que deriva en un duro ataque al estandart de la institución familiar en Harold y Maude; las trágicas consecuencias de los ex combatientes de Vietnam en El regreso, que cuenta con un guión del ex blacklisted Waldo Salt; la reafirmación de un ideario a través del mítico cantante country Woody Guthrie en Esta tierra es mía y la alienación del hombre en una sociedad rendida al culto a la imagen en Bienvenido, Mr.Chance, ilustran la tendencia crítica de Hal Ashby respecto a la sociedad. Este último film, basado en una obra de Jerzy Kosinski, deviene el punto más álgido en la carrera de Ashby, donde el trazo de los personajes a través de las miradas, los gestos y las reacciones se erige, junto a Network, un mundo implacable (1976) y algunos de los films de Jacques Tati, en uno de los alegatos más lúcidos sobre la incomunicación y el poder hipnótico de la televisión, a partir de la descripción del ascenso de un jardinero analfabeto a la presidencia de la Casa Blanca, interpretado por Peter Sellers en su último papel y que, en cierta manera, también supondría la expiración del cine de Ashby. Durante la década de los ochenta, Ashby no se amoldó al cambio sociopolítico de un país en plena era Reagan, con lo cual su obra se resintió por la falta de complicidad para con un período renovador y dinamizador de la sociedad americana, como fueron los años sesenta y setenta. La presencia de Martin Ritt --otro director de talante liberal-- como actor de la comedia Slugger's Wife o el documental Let's Spend the Night Together, consagrado a la memoria de los Rolling Stones, no son más que reminiscencias de una época en la que Ashby se sintió plenamente identificado, ya sea desde su vertiente de director como la de apasionado amante del rock y del country (las bandas sonoras de sus films incluyen figuras como Cat Stevens, Paul Simon o el propio Woody Guthrie). A pesar de todo, Ashby intentó tardíamente encontrar nuevos caminos de expresión como el cine policíaco en Ocho millones de maneras de morir, surgida a partir de una novela de su coetáneo Lawrence Block, escritor especializado en la sátira negra y creador del personaje de Matt Sludder, encarnado por Jeff Bridges en el film, en el que supondría el canto de cisne de Ashby, fallecido prematuramente ese mismo año. |
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