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Hija de diplomático, Kathleen Turner irrumpió en el panorama cinematográfico de una forma arrebatadora en su papel de Matty Walker en Fuego en el cuerpo. Su composición en el film de Lawrence Kasdan poseía todos los atributos para saludarla como una turbadora, magnética y sensual dama, una femme fatale al estilo de Barbara Stanwyck en The Strange Love of Martha Ivers (1946) o Perdición (1944). Pero, junto a la tercera versión de El cartero siempre llama dos veces (1981), Fuego en el cuerpo no ofrecía puntos de contacto con una cinematografía que intentaba nuevas fórmulas para captar la atención del público sobre la base de antiguas propuestas temáticas y genéricas. Así pues, Kathleen Turner intervino en el díptico Tras el corazón verde y La joya del Nilo, reminiscencias del cine de aventuras de los cincuenta, y en Interferencias, readaptación a los espacios televisivos del clásico texto escrito por el tándem Ben Hecht y Charles MacArthur. Turner volvería a coincidir con Michael Douglas y Danny De Vito en La guerra de los Rose, no sin antes haber aceptado el reto de dar credibilidad a un personaje veinte años menor que ella en la realidad, en Peggy Sue se casó, y constatar su prestación para el drama en El turista accidental, en el registro de Sarah Leary, una mujer abocada a una crisis matrimonial tras la pérdida de su hijo. A excepción de un fallido intento por aglutinar el protagonismo casi absoluto en Detective con medias de seda, Kathleen Turner ha intervenido en una serie de propuestas corales -Cuidado con la familia Blue, Mujeres bajo la luna, El hada novata, Una rubia auténtica- dentro de un concepto de comedia que la distancian de aquel fenómeno sensual que cautivó en Fuego en el cuerpo y que siguió explotando en La pasión de China Blue y Julia y Julia. Quizás un futuro no demasiado lejano nos conduzca a reafirmar la progresiva indefinición o desinterés que está tomando la carrera de Kathleen Turner, a no ser que tenga la habilidad de retroceder en el tiempo, como hiciera su personaje de Peggy Sue en el film de Francis Ford Coppola, el único papel que le ha reportado una nominación al Oscar hasta la fecha. |