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A lo largo de más de veinticinco años, Roy Scheider se mantuvo fiel a un concepto de cine de acción que ha sido el material que mayores dividendos han reportado a la industria norteamericana, y que por consiguiente, ha garantizado su perdurabilidad. Roy Scheider se avino a recrear diversos personajes, en ocasiones antagónicos, dentro de estas coordenadas genéricas que se sitúan en el tiempo a principio de los setenta. Contra el imperio de la droga y Klute ya apuntaban la versatilidad de este actor de origen germano-irlandés que se iría confirmando en el transcurso de esa misma década, ya sea desde la vertiente de héroe transfigurado en la persona del sheriff Martin Brody en las dos primeras entregas de Tiburón o del agente de la CIA, hermano de Dustin Hoffman en Marathon Man, para culminar con el coreógrafo Joe Gideon en Empieza el espectáculo, una especie de alter ego del director del film, Bob Fosse. Aunque All That Jazz (Empieza el espectáculo) le reportó un crédito adicional para experimentar en otros géneros como la comedia o el propio musical, Roy Scheider ha seguido profesando lealtad al thriller desde planteamientos más tecnificados (Trueno azul) hasta los más ligados a patrones clásicos (La cuarta guerra, La casa Rusia, Bajo sospecha, El eslabón del Niágara), confiriendo un alto grado de autenticidad a cada uno de los personajes representados. Asimismo, resulta estimulante comprobar la evolución que ha deparado el género policial en los últimos decenios, en los que aparecen elementos de las snuff-movie (52 vive o muere) y del psycho-thriller (Cohen and Tate), o intrigas que advierten un cambio en el mapa políticosocial (La casa rusia, La cuarta guerra), enfrentados al thriller urbano de los años setenta (Contra el imperio de la droga, Marathon Man, Klute), con la variante de los polars franceses (Funeral en Los Angeles, El atentado) que han tenido en Roy Scheider un testigo de excepción. Quizás la indefinición en la que se haya sumido el género hoy en día invite al absentismo por parte de Roy Scheider, quien ha optado por aglutinar el protagonismo casi absoluto en la serie Sea Quest, una réplica bajo el mar de los postulados pseudofilosóficos de los tripulantes de la nave Enterprise de Star Trek. El mismo medio que le dio a conocer a escala mundial con Tiburón y producida por el mismo director, Steven Spielberg. |